vitoria - Desde que en la tarde del pasado domingo Jordan McRae abandonó a la carrera el parqué sobre el que se estaba disputando el amistoso contra el Estudiantes para introducirse en el vestuario con el hombro izquierdo colgando, todas las alarmas estaban encendidas en el Baskonia. Bien es verdad que su reaparición minutos después con la articulación recolocada y una sonrisa en los labios invitaba a pensar en una situación menos grave de lo que inicialmente se temía pero las pruebas a las que ha sido sometido durante los últimos días han terminado por confirmar un diagnóstico cuando menos preocupante. Porque como consecuencia de esa desafortunada acción, el jugador estadounidense deberá estar alejado de las pistas durante las próximas ocho semanas.
Esa es al menos la previsión del parte médico oficial ofrecido en la tarde de ayer por la entidad del Buesa Arena, que confirma que el baskonista padece una “subluxación” en su hombro izquierdo y que en los próximos días iniciará “un tratamiento de recuperación y fortalecimiento” para tratar de estar de nuevo en condiciones de ser utilizado por Pablo Prigioni en un plazo “aproximado de dos meses”.
Dentro de los diferentes escenarios posibles que se habían presentado, podría considerarse que este se enmarca en una escala intermedia. Porque si bien es verdad que se trata de un contratiempo importante que apartará de las pistas durante varias semanas -algo especialmente problemático en esta fase de pretemporada y en el arranque de la Liga-a uno de los fichajes de este curso, no lo es menos que el balance podría haber sido bastante peor.
Porque en el caso de que la lesión hubiese alcanzado el grado de luxación completa, el paso por el quirófano se habría convertido en inevitable y el periodo de recuperación se habría alargado considerablemente. Por el momento esta posibilidad ha quedado descartada aunque en un deporte de fuerte contacto como es el baloncesto una posible recaída es una de las principales preocupaciones en este tipo de lesiones. Si todo va bien, en cualquier caso, McRae estaría de vuelta en el inicio del mes de noviembre, coincidiendo aproximadamente con el arranque de la Euroliga, evidentemente uno de los grandes objetivos del Baskonia este curso.
Reacción Si en una entidad como la de Zurbano la secretaría técnica siempre está atenta al mercado, la baja del americano provoca que esta situación se agudice aún más. Con el fichaje de un cuatro y el último cupo todavía por concretar, ahora resulta bastante probable que se modifiquen los planes y entre de lleno en la búsqueda de otro jugador que pueda cubrir, al menos temporalmente, el hueco que deja McRae. Aún restan unas semanas para el inicio oficial de la competición pero cuanto antes disponga Prigioni del equipo al completo, mucho mejor.