vitoria - El Baskonia ya está en disposición de presentar una oferta formal por Jayson Granger ante la ACB, el filtro que debe pasar el club azulgrana para concretar de una vez por todas la ansiada llegada del uno-dos uruguayo. El Unicaja, que posee sus derechos en España y que por boca de su presidente amenazó en su día con igualar los números ofertados desde el Buesa Arena, carece ya teóricamente de hueco en su dirección de juego para Granger después de oficializar ayer la contratación de Ray McCallum, un base con experiencia NBA que procede de la Liga de Desarrollo.

Con este estadounidense en nómina, que se suma al renovado Alberto Díaz y al polivalente Nemanja Nedovic, Joan Plaza debería tener el puesto cubierto y olvidarse por completo del gran objetivo baskonista para complementar a Marcelinho Huertas y al joven Luca Vildoza. Tras cerrar hace semanas un acuerdo por dos temporadas más una tercera opcional, la espera del Baskonia está resultando interminable a la hora de concretar un fichaje imprescindible que debe convertirse en el cuarto jugador de formación de la plantilla junto a Toko Shengelia, Ilimane Diop y Tadas Sedekerskis.

En primera instancia se interpuso en este objeto de deseo de los vitorianos el firme objetivo de Granger de encontrar acomodo en la NBA. A medida que pasa el tiempo, esta posibilidad se va evaporando pese a los entrenamientos privados que ha realizado con diferentes franquicias. Por tanto, su continuidad en el Viejo Continente una vez cerrada su andadura en el Anadolu Efes ya es inevitable.

Al margen de ello, la amenaza del Unicaja siempre ha estado ahí pese a que, en términos económicos, los números que el Baskonia le ha puesto encima de la mesa a Granger -se especula con más de cuatro millones brutos en tres años- son a priori inalcanzables para su tesorería. Otra cosa distinta es que los rectores de Los Guindos, a sabiendas de que el uruguayo ya ha deslizado que no quiere jugar en Málaga la próxima temporada, decidan igualar la propuesta con el fin de no reforzar a un rival directo o, en su defecto, forzar a Josean Querejeta a abonar una compensación económica. En ese caso, Granger podría verse obligado a aceptar alguna propuesta de otro club europeo o incluso del baloncesto chino. En una reciente entrevista mantenida con la Cadena Ser, Granger desveló el interés de conjuntos asiáticos, rusos e italianos por sus servicios.

De lo que no hay duda es que el Baskonia no debería dilatar en exceso la presentación de su oferta para saber cuanto antes a qué atenerse. Y es que la llegada de Granger es más urgente que la de cualquier otro jugador al disponer de la condición de cupo. Un hipotético fracaso en esta apuesta supondría un mazazo para las aspiraciones azulgranas. Encontrar a estas alturas en un mercado desértico de gangas otra pieza con idéntico status supondrá un auténtico quebradero de cabeza para los rectores baskonistas.

Tras sendas etapas en el Estudiantes y el Unicaja, Granger ha militado las dos últimas temporadas en el Anadolu Efes siendo uno de sus principales activos en el juego ofensivo. Puede amoldarse a la perfección tanto al puesto de base como al de escolta. Tal y como sucedió en Estambul con Heurtel, a las órdenes de Prigioni podría llegar a simultanear durante muchos minutos su presencia con Marcelinho. Nacido en Montevideo y a punto de cumplir las 28 primaveras, en su último ejercicio con la elástica del equipo cervecero promedió 9,7 puntos, 2,7 rebotes y 3,9 asistencias en 35 partidos de la Euroliga. Desde la línea del 6,75 metros, eso sí, firmó un escuálido 32% de acierto.