Vitoria - El Baskonia oficializó a primera hora de la tarde de ayer lo que ya era una realidad desde día y medio antes, cuando tanto el club vitoriano como Adam Hanga procedieron a la firma del nuevo contrato que unirá al alero húngaro a la entidad del Buesa Arena durante las próximas tres temporadas. Eso, al menos, sobre el papel, ya que esta peculiar partida de póquer que ha tenido al Barcelona como tercer convidado podría no haber acabado con el escueto comunicado que ayer ofreció el club, de apenas tres líneas -“Saski Baskonia y Adam Hanga han firmado un contrato para las tres próximas temporadas. Se incorporó en 2013, procedente de Manresa. Durante este tiempo, el alero ha aportado al equipo azulgrana su explosividad, jerarquía, regularidad y capacidad defensiva”- y sin las alharacas y palabras rimbombantes que se utilizaron cuando se produjo la renovación de Tornike Shengelia, al que se calificó como “uno de los pilares fundamentales del nuevo proyecto”.

De momento, Hanga vuelve a ser propiedad del Baskonia. Y el propio club contempla con buenos ojos cualquiera de las dos alternativas que se le plantea en estos momentos: su continuidad definitiva o su traspaso a cambio de una contraprestación económica.

Desde el primer momento en el que se puso en marcha todo este proceso del tanto en el que también Shane Larkin era protagonista -el base estadounidense no regresará tras haberse comprometido casi sobre la campana con los Boston Celtics-, desde el club se tuvo claro que la continuidad de Hanga era cuestión prioritaria -también para Pablo Prigioni- siempre que no acabase enrolado en los San Antonio Spurs. Frustrado el sueño americano del alero, la oferta del Barcelona por el jugador sin ni siquiera hacer el amago de negociar por sus derechos no sentó nada bien en el despacho presidencial del Buesa Arena. Y, entonces, se decidió igualar la oferta, cifrada en 7,5 millones de euros repartidos en tres años, lo que llevó a detener otras operaciones en el perímetro que estaban abiertas.

El movimiento de ficha desde Vitoria fue tan claro como intimidatorio. O el Barcelona pagaba o se quedaba sin Hanga. El alero, que no quería abandonar la ACB de seguir en Europa, quedaba encerrado en una jaula de oro. Y con los culés cerrados en banda a negociar un traspaso, no le quedaba ya otra que firmar su renovación en Vitoria, aunque cerrar esta cuestión tampoco ha resultado sencillo al intentar de introducir los representantes del jugador matices en el vínculo que el club no ha aceptado.

Si la postura del Barça no cambia y se aviene a una negociación -en estos momentos las relaciones entre ambas partes no son las mejores- o el que ha sido en la última campaña el capitán baskonista seguirá ejerciendo como tal.

a por los bases La continuidad de Hanga clarifica un tanto la situación de la nueva plantilla y el siguiente movimiento desde las oficinas del Buesa Arena va a encaminarse a la contratación de los dos bases que necesita. Se prevé que esta semana se presente la oferta a Jayson Granger que el Unicaja podría igualar en el tanteo y, dentro de otra nueva partida, el Baskonia se ha interesado por la situación de Marcelinho Huertas, pretendido en Málaga.