vitoria - Sorpresa por todo lo alto. A Josean Querejeta le cuadraron los números para igualar el pasado miércoles la millonaria oferta culé por Adam Hanga y ayer, contra todo pronóstico y a un horario casi intempestivo, repitió el guión con el otro hombre pretendido por el Barcelona, estupefacto al conocer que el Baskonia también ejercía el derecho de tanteo sobre Shane Larkin. El pulso a un rival directo en todos los frentes, dotado en teoría de un mayor músculo económico, se recrudece hasta límites insospechados y adquiere ya tintes espectaculares.

Sobre la bocina, tras unas dosis de suspense e intriga que prácticamente nadie recordaba en el mundillo del baloncesto, pendiente hasta bien entrada la noche de la determinación que iba a tomar el club vitoriano respecto a su gran estrella de la pasada temporada, el Baskonia volvió a sorprender a propios y extraños notificando al filo de las 22.10 horas que igualaba la astronómica oferta por dos años del gigante catalán al eléctrico timonel estadounidense.

En una clara demostración de que ha recuperado el músculo económico, el Baskonia dejó ayer otra vez al personal boquiabierto. Se supone que habrá medido las consecuencias de igualar el ofrecimiento a un jugador de indudable impacto que en su segundo año en Vitoria puede brindar un rendimiento si cabe mayor.

El pasado jueves anidaba la sensación de que con el base también seguiría el mismo camino emprendido con Hanga. Pues bien eso fue finalmente lo que ocurrió tras una jornada de auténtico infarto. Cuando todo el mundo asumía que Larkin cerraría su corta etapa en Vitoria y se convertiría a todos los efectos en jugador culé, saltó la lógica por los aires. Los altísimos números que el club blaugrana presentó el pasado domingo en la ACB -entre 5 y 6 millones de euros brutos por dos años- parecían inasumibles para la tesorería del Baskonia, mucho más tras el notable esfuerzo realizado para ejercer el derecho de tanteo por Hanga.

Ahora se abre un nuevo escenario para la resolución del futuro de Larkin, que pasará a disposición de Pablo Prigioni si rubrica en los próximos cinco días naturales el contrato con el Baskonia. Es poco probable que lo haga ya que, al igual que sucede con Hanga, apurará sus opciones en otro conjunto europeo o incluso en la NBA. Si en esta pelea de gallos a nivel doméstico entra en escena un tercero, el Baskonia es consciente de que no percibirá ningún euro por el adiós de un base de indudable impacto en su primera experiencia a este lado del Atlántico. Sin embargo, al menos conservaría sus derechos en España si algún día decidiese retornar.

La otra opción abierta para desatascar este culebrón es la negociación entre los dos clubes. Si el Barcelona pretende hacerse con los servicios de una petición expresa de Sito Alonso, ya sabe que deberá negociar con Josean Querejeta una generosa indemnización económica. Larkin había desoído en las últimas semanas todos los cantos de sirena del Baskonia para su renovación. Ni la oferta inicial por tres años ni otras posteriores, de una duración más corta y con cláusulas de salida más asequibles hacia la NBA, le habían seducido.