vitoria - Pablo Prigioni y Luis Scola formaron en la primera década del presente siglo uno de los binomios más añorados de toda la historia del Baskonia. En la comparecencia de ayer salió a colación la posibilidad de volver a juntar a los dos argentinos en la entidad azulgrana, aunque esta vez con Prigioni dándole órdenes a Scola desde el banquillo en vez de pases de canasta tras el pick and roll. Algo que, tal y como expresó con total naturalidad el de Río Tercero, estaría encantado de realizar: “Traería a Scola sin dudarlo, en brazos si hiciera falta”. Y es que por todos es sabido la magnífica relación que poseen ambos compatriotas, factor que podría hacerle regresar a Vitoria en el hipotético caso de que no opte por la retirada. “Es un jugador al que aún le queda algo de baloncesto. Si él tuviera algo para dar y yo me pudiera beneficiar de eso, sería fabuloso. Le llamaría diez veces al día”, volvió a insistir Prigioni, quizá con intenciones de dejar un mensaje a su amigo. No obstante, el técnico también reconoció que Scola no ha aclarado ni públicamente ni a él en privado la decisión que tomará el año que viene, por lo que dejó el asunto en manos del icónico ala-pívot bonaerense.
Las últimas noticias que se conocieron en lo referente al futuro de Luis Scola ocurrieron precisamente en Vitoria, cuando regresó en el pasado mayo debido al homenaje que el Baskonia brindó a los jugadores que conquistaron el doblete de la temporada 2001-02. Ya por entonces corrió como la pólvora el rumor de que el argentino pudiese ser el refuerzo elegido por el Baskonia para disputar el play off. Hecho que se encargaría de desmentir el propio jugador al asegurar que no volvería a vestirse de azulgrana, al menos durante la temporada pasada. Con opciones en Argentina, China y la puerta de la NBA aún sin cerrar del todo, el próximo destino de Scola no parece aún nada claro a sus 37 años. - A. Mateos