Vitoria - Baskonia y Valencia Basket protagonizarán desde mañana una semifinal inédita en la historia de la ACB. Pese a ser dos clásicos que se han convertido, junto al Unicaja, en las grandes alternativas al poder establecido en la competición doméstica, nunca se han enfrentado en la antesala de la final en un play off por el título.
La ventaja de campo será a favor de los vitorianos, que consiguieron arrebatar esta preciado botín a su rival en una última jornada de la fase regular donde todo salió a pedir de boca. Desde la concluyente victoria azulgrana ante el Fuenlabrada que le permitió enjugar la desventaja en el average general hasta la sorprendente derrota de los taronja en la Fuente de San Luis ante el Murcia de Katsikaris.
Será una semifinal de signo incierto ante las dudas que han mostrado ambos combinados en las eliminatorias de cuartos de final ante el Gran Canaria y el Barcelona, respectivamente. Se da la curiosidad de que tanto uno como otro han sido indultados desde la línea del 6,75. Si Kyle Kuric tuvo en sus manos ayer la sorpresa en el Buesa Arena, el billete de los levantinos también fue agónico tras varios triples que desperdiciaron en los segundos finales los exteriores blaugranas Alex Renfroe y Tyrese Rice.
El rendimiento del Valencia ha descendido en picado desde que perdiera la final de la Eurocup ante el Unicaja, lo que supuso una enorme decepción en la capital del Turia y le privó de la oportunidad de conseguir el billete directo para la próxima edición de la Euroliga. En el peor momento y con todo a favor, le temblaron las piernas. Sin embargo, ahora vuelve a la carga en busca de su gran objetivo que es retornar a la máxima competición.
El cuadro levantino también disputó en el mes de febrero la final de la Copa del Rey en la cancha de Zurbano cayendo en los segundos finales ante el Real Madrid. Sin estrellas rutilantes, es un bloque bien armado en el que destaca la veteranía de hombres como Fernando San Emeterio o Rafa Martínez, la buena visión de juego de Antoine Diot en la dirección y, sobre todo, la solidez de Bojan Dubljevic, uno de los mejores pívots de la ACB.
En segundo plano, figuran hombres como Sastre, Oriola, Vives, Sikma o Thomas a los que Pedro Martínez también concede muchos minutos. En vísperas del arranque del play off por el título, el técnico catalán perdió al base belga Van Rossom, pero por contra ha recuperado al fornido poste Kravtsov tras varios meses en el dique seco.
precedentes favorables Será la cuarta vez que ambos equipos se midan en las series finales por el título. Hasta la fecha, el Baskonia domina claramente los duelos directos por un global de 3-0, aunque ahora será una historia completamente distinta.
La primera vez que se enfrentaron tuvo lugar en la campaña 1990-91, en la ronda de octavos de final. El entonces denominado Taugrés se impuso en los dos partidos para pasar a la siguiente ronda por la vía rápida. En la 2001-02 se volvieron a ver las caras, esta vez en cuartos de final y al mejor de cinco encuentros. El conjunto alavés, dirigido en aquel momento por Dusko Ivanovic, salió triunfador (3-1) camino de su primer título liguero. En la 2007-08 se midieron otra vez en cuartos de final y de nuevo con éxito del Baskonia, esta vez por 2-1. En las tres ocasiones mencionadas, la tropa azulgrana siempre tuvo el factor cancha a favor, algo que también sucederá en esta ocasión. De superar este peligroso escollo, el inquilino del Buesa Arena retornará ocho años después a una final de la ACB.