vitoria - Al Baskonia únicamente le resta un encuentro para echar el cierre a la fase regular de la Liga ACB y afrontar la lucha definitiva por el título. Unos play off que afrontará casi con total seguridad disfrutando de la condición de cabeza de serie pero en los que se encontrará de bruces con la gran asignatura pendiente que le ha lastrado desde que arrancó la temporada. El propio Sito Alonso lo expresó a la perfección a la conclusión del derbi del pasado miércoles en Miribilla. “Veo al equipo capaz de todo, haciéndolo siempre muy bien para meterse en todas las peleas pero, cuando toca rematar la faena, aparecen pequeños problemas que nos impiden hacerlo”, reflexionó el técnico.

Ese lastre es el que ha terminado alejando definitivamente al combinado alavés, por ejemplo, del sueño de repetir presencia en la Final Four o de poder acceder a la gran final de la Copa del Rey que se disputó en febrero en el Buesa Arena. Incluso ahora, en este tramo final de Liga, volvió a hacer acto de presencia para provocar la derrota ante el Unicaja que ha impedido acceder a las dos primeras posiciones de la clasificación final cuando parecían más que accesibles.

Manchas todas ellas en el expediente azulgrana reciente pero que, en cualquier caso, ya no tienen vuelta atrás. El agua pasada no mueve molino y por lo tanto esos encuentros no pueden volver a disputarse. Lo que sí puede hacer el Baskonia es aprender de sus errores en esas citas para no volver a repetirlos. Ello le permitiría aprobar, por fin, el examen que todavía tiene pendiente de superar y convertirse en un firme candidatos a reverdecer antiguos éxitos ligueros.

Claro que, desgraciadamente, se encuentra en las peores circunstancias de toda la temporada para intentarlo. Porque a la baja definitiva de Bargnani -algo con lo que se había acostumbrado a convivir prácticamente desde que se inició el curso- se ha unido la ausencia por lesión de Budinger, que se había convertido en el chico para todo que aportaba de manera decisiva al grupo en todos los ámbitos.

Pese a ello, el Baskonia dispone de argumentos suficientes en la plantilla para plantearse un último desafío y conseguir rematar la faena. De lo que no va sobrado, en cambio, es de experiencia y esa es precisamente una de las causas que explican, a juicio de Sito Alonso, el problema. “Ojalá el año que viene se queden en el equipo la mitad de los jugadores que tenemos por lo menos porque seguro que con ese mayor poso de experiencia seremos capaz de sacar adelante los encuentros decisivos”, argumentó el técnico.

Aunque sea sin esa experiencia en el vestuario, el cuadro vitoriano debe intentar dejar atrás sus fantasmas para no continuar cargando con el sambenito del casi que le ha amargado demasiadas noches este curso. Si lo consigue, más de un rival comenzará a no estar demasiado tranquilo.