Vitoria - Una de las características que debe tener cualquier boxeador que aspire a labrarse una carrera brillante es la máxima resistencia. Una capacidad agonística que le lleve a resistir en pie cuando el adversario le haga sufrir lo indecible con sus golpes y esperar el momento adecuado para reponerse, devolverlos y terminar mandando al oponente a la lona aunque sea en el último asalto. Pueden ser muchos minutos de agonía pero la recompensa de ceñir a su cuerpo el cinturón de campeón sin duda merece la pena. Pues bien, ese es el ejemplo en el que debe mirarse el Baskonia para afrontar esta tarde su segunda confrontación con el CSKA de Moscú en apenas cuarenta y ocho horas.
El combinado vitoriano encajó de lo lindo en el choque que abrió la serie de cuartos de final pero en ningún momento bajó la guardia y fue capaz de sacar unas cuantas manos contundentes que estuvieron a punto de noquear al peso pesado moscovita. A falta de escasos dos minutos para el final de ese primer asalto la victoria parecía a su alcance pero, desgraciadamente, ahí sufrió un fatídico apagón que provocó que terminada doblando la rodilla.
Hoy, la tropa de Sito Alonso vuelve al ring en el segundo round de este apasionante play off dispuesta a que esos duros golpes recibidos no afecten a su rendimiento. Sabe el cuadro de Zurbano que más que probablemente le tocará volver a sufrir pero también es plenamente consciente de que tiene la capacidad para derribar a su adversario. Lo demostró en la primera cita y confía en corroborarlo en esta segunda. Un encuentro que se antoja determinante en el devenir de la serie.
Porque lo cierto es que el escenario cambiará considerablemente en función del resultado que registre el marcador del Megasport Arena a la conclusión de los cuarenta minutos. Si el CSKA impone de nuevo su teórica superioridad colocará un pesado 2-0 en el marcador global que se convertiría en una losa tremendamente de levantar para los alaveses. Pero si, por el contrario, el Baskonia es capaz de mantener las buenas sensaciones y terminar el buen trabajo que se le escapó por pequeños detalles el martes abriría una puerta por la que, al fondo, comenzaría a atisbarse la Final Four de Estambul.
Un triunfo vitoriano equilibraría la balanza (1-1) justo antes de que la serie llegue a Vitoria y trasladaría la ventaja de campo a las filas azulgranas. Ahí, el Buesa de las grandes ocasiones jugaría sin duda su papel para tratar de llevar en volandas al equipo hacia otra gesta histórica. Claro que, de momento, eso es únicamente ciencia ficción y conviene no correr antes de haber dado correctamente el primer paso.
Trampas tácticas Ese es el que intentará completar hoy el Baskonia en Moscú y para ello seguro que Sito Alonso ha preparado una nueva batería de minas tácticas con las que tratar de sorprender a un rival que lleva las de ganar siempre que la contienda discurra por los cauces normales. El enorme potencial que atesora en el vestuario Itoudis le permite imponer su superioridad prácticamente ante cualquiera si no se encuentra con sorpresas que le alteren el guion y ese es precisamente el objetivo baskonista.
En el primer encuentro lo hizo con la rotación de sus bases, dando muchos minutos a Beaubois como director de juego y contando con la inesperada actuación estelar -tanto en defensa como en ataque- de Rafa Luz. Un invitado inesperado que intentará repetir hoy pero que necesitará contar con más aliados para tener éxito.