vitoria - En las últimas semanas están siendo noticia, desgraciadamente, los múltiples incidentes que se están registrando con motivo de la celebración de partidos de diferentes deportes en categoría aficionada. Agresiones, peleas, insultos y un largo etcétera que debe llegar a una profunda reflexión. También en Álava. Porque, tristemente, el territorio provincial no es ajeno a esta problemática. Así lo demuestra lo sucedido el pasado fin de semana en el centro cívico de Ibaiando, en el que un encuentro de baloncesto de la categoría senior 3ª debió ser suspendido por el árbitro dieciséis minutos antes de que se cumpliera el tiempo reglamentario. Todo parecía ser una jornada más de la competición de baloncesto provincial. A las cuatro de la tarde del sábado estaba programado el choque entre el Barmala y el Disco Bar Joker. El partido se inició con aparente normalidad y en ese ambiente discurrieron los primeros minutos. Sin embargo, pronto apareció la triste nota disonante. Desde la grada, uno de los espectadores presentes comenzó a increpar e insultar a los integrantes del Barmala. Cuando los hechos comenzaron a adquirir un cariz cada vez más grave -incluso profiriendo amenazas graves a la integridad de los mismos-, esta persona fue invitada a abandonar el recinto deportivo. El personaje en cuestión, lejos de darse cuenta de su error y seguir la recomendación, prosiguió en su actitud hasta que, definitivamente, el colegiado decidió suspender el partido. Eso sucedió en el minuto 24, cuando restaban todavía, por lo tanto, 16 por disputarse. En ese momento el marcador reflejaba un 42-26 favorable al Barmala y ahora la Federación deberá decidir si se completa lo que resta de partido en otra jornada o se da el resultado provisional por definitivo. Cuando se dio por finalizado el choque, el espectador desapareció ante la previsión de que pudiera aparecer la Policia Local. Este incidente se suma a otro sucedido semanas atrás en un colegio vitoriano, lo que ha llevado a los responsables federativos a transmitir una indicación clara a los colegiados. No es otra que, cuando se produzca un hecho de este tipo, se trate por todos los medios de identificar a los causantes antes de decretar la suspensión. Ojalá no haga falta llevarla a cabo.