vitoria - El Baskonia ha podido recargar estos días las pilas para afrontar otra semana de máximo estrés en la Euroliga en la que volverá a afrontar dos partidos en poco más de 48 horas. Tras un oportuno respiro en la ACB que todos han agradecido, se zambulle el grupo en unos días de frenética actividad. Con la moral por las nubes y un gran estado de confianza, el camino hacia el Top 8 ha quedado libre de obstáculos gracias a los embriagadores triunfos ante dos pesos pesados como el Fenerbahce y el CSKA. Después de hollar dos montañas que parecían inalcanzables debido a la envergadura de los adversarios, ya se saborea no solo la clasificación sino también esa quinta posición de la fase regular que bien podría deparar un cruce con el Fenerbahce antes de la Final a Cuatro de Estambul en mayo.
Con todo a su favor y un calendario benévolo dentro de la dificultad que implica cada velada en la máxima competición, al Baskonia le llega la hora de certificar matemáticamente el objetivo que tiene entre ceja y ceja desde que arrancó la Euroliga más glamurosas de la historia. Esta jornada podría resolverse el enigma, aunque para ellos son necesarios cuatro resultados al unísono entre hoy y mañana. Deben combinarse el triunfo azulgrana en Bamberg y el del Panathinaikos -algo probable teniendo en cuenta que el Emporio Armani visita el Oaka-, además de las derrotas del Darussafaka y del Zalgiris. Los turcos se enfrentan al CSKA en Moscú y los lituanos reciben al Anadolu Efes. Antes o después, sin embargo, debe hacerse realidad un objetivo para el que los pupilos de Sito Alonso han batallado de forma denodada merced a una trayectoria en líneas generales excelente.
Pese a codearse con lo más granado del baloncesto continental, el Baskonia ha firmado un comportamiento notable. Los frutos debe recogerlos en próximas fechas, sobre todo si esta noche profana el siempre bullicioso Brose Arena de Bamberg. Será un choque de necesidades opuestas. Mientras los alaveses se encuentran obligados a seguir sumando, el conjunto teutón -con menos triunfos en la tabla de lo que ha merecido por su juego y gran parte de sus derrotas han tenido lugar por escasísimo margen- se juega únicamente el orgullo y el gran incentivo económico (40.000 euros) con que la organización premia cada victoria. Muy pocas facilidades se encontrará, por tanto, un Baskonia que tratará de dar continuidad a sus grandes actuaciones de las últimas semanas.
el anfitrión, cuesta abajo La reciente trayectoria del Brose Baskets invita a la esperanza. Apenas ha solventado a su favor dos de los últimos diez encuentros frente al Maccabi y el Efes. Por si ello fuera poco, también viene de encajar otra cornada en la BBL alemana al caer (67-59) el domingo en la cancha del Bayern Munich, el rival más acérrimo en su liga doméstica. Sin embargo, cuenta con varios jugadores en el radar de los clubes más poderosos de cara a la próxima temporada y despliega un baloncesto muy atractivo, tal y como quedó patente en la ida en el Buesa Arena. El Baskonia estuvo a merced de un disciplinado Brose hasta bien entrado el último cuarto, momento en que un parcial de 26-11 posibilitó una racial remontada.
Dos amenazas latentes para la defensa azulgrana serán el versátil ala-pívot Nicolo Melli, cuyo próximo destino profesional podría ser el Real Madrid en lugar del Chapu Nocioni según la rumorología, y el elegante alero Darius Miller. El exbaskonista Fabien Causeur y el incombustible Nikos Zisis también brindan soluciones ofensivas a Andrea Trinchieri, que difícilmente podrá recuperar para esta noche a los lesionados Janis Strelnieks y el capitán Elias Harris. El base letón acumula un mes de baja y su ausencia pesa como una losa.