vitoria - Apenas se han evaporado todavía los efluvios de las fuertes emociones que ha deparado la Copa del Rey durante los cuatro intensos días en los que Vitoria se ha convertido en la capital del baloncesto y, sin embargo, el Baskonia debe cerrar ese capítulo de inmediato. Sin tiempo para lamentaciones fútiles ni casi para extraer demasiadas conclusiones. La alta competición impone sus propias -y exigentes- reglas y lo cierto es que en este caso no concede la más mínima tregua a la escuadra vitoriana. Porque, en apenas tres días, se juega buena parte de su futuro en la Euroliga.

Es verdad que todavía restan ocho jornadas de la fase regular por disputarse y que, suceda lo que suceda esta semana, nada será definitivo, pero no lo es menos que en función de cuál sea el resultado la escuadra de Sito Alonso puede dar un paso de gigante hacia la tranquilidad o hacia un poco aconsejable nerviosismo. El duelo que marcará de manera tan significativa lo que resta de temporada es el enfrentamiento con el Anadolu Efes en Estambul.

La contienda no puede reunir más atractivos. Para empezar, el reencuentro con el que fuera el comandante de la nave azulgrana el pasado ejercicio -Velimir Perasovic-, al frente esta campaña del conjunto otomano, y otros viejos conocidos como Thomas Heurtel. Pero, sobre todo, porque ambos contendientes están separados en estos momentos por un único triunfo en la clasificación y en esa diferencia se sitúa la frontera que delimita el acceso a los play off de cuartos de final.

Tras la disputa de los 22 primeros encuentros de la fase regular, el Baskonia es séptimo con doce victorias en su casillero. Inmediatamente detrás se sitúa el Efes, con once, y ocupando el primer puesto que se quedaría fuera de las eliminatorias por el título aparece el Darussafaka, también con once. La igualdad no puede ser más evidente. Pero es que, además, hay un dato que confiere aún más importancia a la cita del próximo viernes. En el duelo de la primera vuelta disputado en el Buesa Arena se impuso el cuadro azulgrana, pero únicamente por un punto (85-84). Lo que quiere decir que el que venza esta semana logrará el plus de decantar definitivamente el basketaverage de su lado.

Con este panorama, resulta evidente que el plantel de Sito Alonso debe afrontar la cita como si de una final se tratara y pelear al máximo por un triunfo de valor incalculable. Si lo logra, distanciaría al Efes a dos victorias (que serían tres en caso de empate entre ellos) a falta únicamente de siete partidos para el final de la fase regular. Además, como quiera que el Darussafaka -segundo perseguidor azulgrana- visita a un Real Madrid que, a priori, debería derrotarle, la clasificación se pondría ciertamente favorable para los intereses vitorianos.

Claro que la moneda también tiene su peligroso reverso. Porque en el caso de sucumbir ante el poderío del Efes en su propio feudo la situación se complicaría peligrosamente para el Baskonia. Se vería superado en la tabla por los otomanos -a la espera además de lo que suceda en el Palacio de los Deportes de Madrid- y con su pase a los play off seriamente amenazado. Así pues, la Copa debe quedar definitivamente aparcada para encarar una semana europea transcendental. Las buenas sensaciones mostradas ante Tenerife y Real Madrid, eso sí, tienen que servir para que el equipo recupere la confianza que parecía haber perdido en las semanas precedentes y recuerde el camino por el que necesita transitar para alcanzar los éxitos de los que ya disfrutó hace no demasiado.

La clasificación. Tras la disputa de las 22 primeras jornadas de la fase regular, el Baskonia es séptimo con doce victorias en su casillero. Le siguen el Efes, octavo con once, y el Darussafaka, que es estos momentos el primero que se quedaría fuera del acceso a los ‘play off’.

Jornada clave. Con los efluvios de la recién concluida Copa del Rey todavía muy presentes, el cuadro vitoriano se enfrenta a una semana transcendental para su futuro en Europa. El viernes visita al Efes en Estambul y ese mismo día el Darussafaka comparece ante el Real Madrid en el Palacio de los Deportes.

Tranquilidad o nervios. Un triunfo de los de Sito Alonso supondría lograr una renta de dos victorias (más el basketaverage en caso de empate) sobre el Efes y previsiblemente también sobre el Darussafaka, que debería perder ante el Real Madrid. Una derrota, por contra, colocaría al equipo en una situación delicada y por detrás del Efes.