vitoria - Dos pesos pesados frente a frente. Se diría que la primera semifinal copera prevista hoy en el Buesa Arena es prácticamente una final anticipada debido al enorme potencial, talento y pedigrí de ambos protagonistas. El Real Madrid vuelve a interponerse en el sueño del Baskonia de conseguir el séptimo entorchado de su historia. Ambos reeditan el titánico enfrentamiento de la pasada edición en A Coruña, resuelto para los merengues gracias a un pletórico minuto final de Sergi Llull. Ocho puntos del exterior balear impidieron a los alaveses optar a la gloria, por lo que un Buesa Arena incandescente y de uñas por el injusto billete madridista para esta antesala de la final se prepara para tratar de ajustar cuentas y vivir una dulce revancha.
Y es que este pulso ya apasionante de por sí amanece, además, con ciertas dosis de morbo y mucha polémica por el sangrante empujón arbitral que recibió el Real Madrid para superar la tenaz resistencia del Andorra en el cruce de cuartos de final. Al margen de la infantil decisión del modesto de no hacer una falta con tres puntos de ventaja, dos decisiones muy controvertidas tendieron una alfombra roja a los discípulos de Laso para forzar una prórroga milagrosa que, en realidad, nunca debió jugarse. Unos pasos inexistentes a Shermadini con 80-84 en el marcador y, sobre todo, un campo atrás de Llull previo al triple de Randolph se han convertido hasta la fecha en la comidilla de esta Copa de Vitoria. Una imagen, la del base de Mahón pisando la raya del centro de la cancha antes de su asistencia al cuatro estadounidense, que se extendió en la jornada de ayer como la pólvora en las redes sociales para sonrojo del departamento arbitral de la ACB. Una competición de este prestigio no puede quedar condicionada ni en evidencia por errores de este calibre, casi siempre en dirección hacia el más poderoso.
De vuelta a la vertiente estrictamente deportiva, el Baskonia buscará dar continuidad a su buen papel en el choque inaugural ante el Iberostar, tiroteado por un soberbio Larkin con 17 puntos en el último cuarto. Teóricamente deberán subir su nivel y cuajar una actuación redonda los alaveses porque su rival ya ha visto las orejas al lobo y seguirá con el miedo metido en el cuerpo a estas alturas tras sortear la mortal emboscada que le tendió el admirable cuadro dirigido por Joan Peñarroya.
Pese a ostentar el liderazgo de la ACB y la Euroliga, el Real Madrid ha demostrado ser a lo largo de este curso un gigante vulnerable. En este sentido, comparte bastantes similitudes con el Baskonia por su intermitencia y discontinuidad a lo largo de los cuarenta minutos. Ambos atesoran un talento descomunal y jugadores desequilibrantes en el perímetro, pero el sacrificio defensivo brilla a menudo por su ausencia y hay tramos de los encuentros en los que desaparecen misteriosamente de la cancha.
precedentes de todo tipo El de hoy será el cuarto partido de la presente temporada entre vitorianos y blancos, con ventaja para los primeros por 2-1. Tras imponerse en el WiZink Center en la primera vuelta de la Euroliga (87-91) y también en la fase regular de la ACB (77-62), el vigente monarca copero se tomó la revancha (71-79) hace escasas fechas en el Buesa en el duelo correspondiente al torneo continental. Una velada presidida por la exhibición de Doncic y los enormes apuros de Larkin para brillar al frente del timón ante el estrecho marcaje del pit bull Taylor. Por tanto, cualquier desenlace será posible entre dos conjuntos que se conocen al dedillo y entre los que ya no hay demasiados secretos.
Amarrado el objetivo mínimo que todos presuponían por jerarquía, calidad de plantilla y ventaja de campo, el listón de la exigencia se elevará varios centímetros para un Baskonia en el que varios jugadores deberán dar un paso al frente. Ante un rival con una plantilla interminable y con puestos hasta por triplicado, se antoja fundamental que soldados como Beaubois, Voigtmann, Laprovittola o Bargnani aporten más cosas al engranaje azulgrana. Larkin o Hanga no podrán bastarse por sí solos frente a un batallón tan numeroso como el que dispone Laso.
Huérfano de Shengelia, una baja más dramática a medida que van transcurriendo las semanas, es una evidencia que la plantilla del Baskonia se ha quedado algo corta a la hora de competir ante un Real Madrid que puede permitirse cualquier lujo y combinaciones de todo tipo. Sin embargo, el apoyo del sexto jugador será básico para nivelar la teórica superioridad blanca. El Buesa debe rugir hoy más nunca.
Semifinales de la Copa del Rey.
Fernando Buesa Arena (18.30 horas; #0, dial 7).
71-79
Taylor
Beaubois
Tillie
Reyes
44
10
14
9
Llull
Larkin
23
Ayón
Maciulis
Hanga
14
Voigtmann
8
8
7