El Real Madrid sobrevivió a la ambición de un MoraBanc Andorra, que lo tuvo contra las cuerdas de principio a fin y le obligó a jugar una prórroga gracias a un enorme Giorgi Shermadini que anotó 27 puntos, y a punto estuvo de aguarle su pase a las semifinales de la Copa del Rey. Los andorranos tuvieron el partido ganado hasta que dos triples de Carroll y un gran Anthony Randolph (25 puntos) en los últimos catorce segundos forzaron el tiempo extra y acabaron con la resistencia de un oponente que les tuvo maniatados, fue por delante 39 minutos y aún dispuso de la última bola para culminar su hazaña.

El resultado habría sido otro si los árbitros hubieran visto un campo atrás de Llul justo antes del decisivo triple de Randolph. No fue así y tampoco la defensa andorrana acertó a defender el lanzamiento del pívot madridista en el que fue su mejor partido de la temporada.

Un chasco porque, desde el cuarto inicial, el Andorra fue el claro dominador del partido. Con un juego exento de complicaciones y Shermadini como referente, dominó con solvencia los diez primeros minutos con rentas de hasta ocho puntos y sin el más mínimo temor por enfrentarse al gran favorito y ganador de las tres últimas ediciones.

Enfrente, los hombres de Pablo Laso no se encontraban a gusto en ningún momento y sufrían lo indecible para sumar sus primeras canastas. Tan solo fueron capaces de anotar dos lanzamientos de dos puntos y un par de tiros libres en seis minutos, hasta que Rudy Fernández tomó la responsabilidad en ataque y apretó el marcador. Poco cambió el panorama tras la reanudación. Pablo Laso buscaba soluciones en el banquillo pero su rival seguía mostrándose como un bloque sólido que cerraba su rebote, buscaba acciones rápidas y seguía teniendo a Shermadini como estilete.

Dos canastas consecutivas del pívot georgiano encendieron las alarmas en su oponente, obligado a parar el partido a mitad del cuarto para ordenar ideas con un 21-32 en contra y con Anthony Randolph como su jugador más enchufado, con nueve puntos en el segundo acto.

El Andorra siguió a lo suyo, ejecutando su plan a la perfección ante el desconcierto madridista. Un triple de otro georgiano, Beka Burjanadze, subió al marcador el 21-37 a tres minutos y medio del descanso ante la sorpresa de los presentes.

A pesar del gran desacierto del Real Madrid, con solo dos triples convertidos de dieciséis intentos en la primera parte, un arreón final a base de pundonor enjugó algo la diferencia, que se situó al descanso en un 33-43 favorable para los de Joan Peñarroya.

En la reanudación continuó el monólogo de Shermadini aunque, con el paso de los minutos, se apreciaban signos de mejoría en el conjunto blanco que coincidieron con un apagón ofensivo del MoraBanc (44-49 min. 16). Un triple de Llull dejó en dos puntos la ventaja rival con tres minutos y medio del tercer cuarto por jugar (49-51) y un panorama muy distinto al de la primera mitad, con tendencias opuestas y un equipo andorrano perdiendo fuelle a pasos agigantados y al que le costaba un mundo sumar puntos.

No obstante, lo tuvo en su mano. Albicy sumó dos tiros libres a falta de 14 segundos (83-86) pero, inexplicablemente, el Andorra dejó subir el balón y permitió tirar de tres puntos a Randolph (86-86). Para más inri, los árbitros perdonaron un campo atrás previo a Llul que habría invalidado la jugada. En definitiva, y con menos de cinco segundos por delante. Albicy se jugó una entrada a canasta que chocó en el aro que enviaba el partido a la prórroga.

El tiempo extra tuvo poca historia. El Andorra se vino abajo tras haber tocado con las manos las semifinales y el Real Madrid salvó un partido que tuvo prácticamente perdido . -Efe