vitoria - Hay partidos que examinan la madurez de un equipo que pretende volver a romper moldes en Europa. El de esta tarde-noche en Moscú tiene connotaciones especiales para un Baskonia que acude al Megasport Arena sin ninguna clase de complejos para dar la réplica al vigente campeón de Europa. En una de esas jornadas donde no hay nada que perder y sí mucho que ganar, los de Sito Alonso pretenden consolidar su notable trayectoria continental y de paso presentar su candidatura a algo más importante en esta glamourosa Euroliga. Una especie de aquí estoy yo para ganarse definitivamente el respeto de todos.
Ningún otro rival le pondrá más a prueba que el vigente campeón, confeccionado a golpe de talonario y prácticamente inabordable desde el arranque de la competición con una única mancha en su expediente. Solo el Darussafaka destapó recientemente su condición de terrenal. Y es que el cuadro de Itoudis ha impuesto un ritmo infernal respecto a sus perseguidores desde el mismo pistoletazo de salida. De momento, el Real Madrid aguanta a duras penas el tirón de un equipo que, huérfano hoy de su gran puñal ofensivo, se presenta como una escuadra algo más vulnerable. Al menos, sobre el papel.
La ausencia de Nando de Colo alimenta las opciones de gloria del Baskonia, obligado eso sí a cuajar una actuación casi perfecta y endurecerse atrás si quiere profanar el templo moscovita. El exterior francés, paradigma de la elegancia, es el elemento diferencial junto a Teodosic de una plantilla interminable y sin apenas fisuras. Su ausencia deberá ser explotada al máximo por los alaveses. La consigna residirá en estrechar la vigilancia sobre un Teodosic liberado ya de sus fantasmas tras la conquista de su primera Euroliga en Berlín.
Para retornar victorioso a Vitoria el sábado, también será imprescindible redoblar la atención sobre otros integrantes del letal perímetro de Itoudis como el eléctrico Jackson, ex del Bilbao Basket, y el silencioso pero siempre eficaz Higgins. El CSKA parece algo menos poderoso bajo los tableros pese a que su refuerzo estrella del verano ha sido precisamente un pívot. Otro viejo conocido de la ACB curtido en mil batallas como Augustine fue arrebatado este verano al Khimki de Ivanovic. Sin obviar el protagonismo del versátil Kurbanov o un veterano del Vietnam como Khryapa, Hines y Vorontsevich suelen ser los escogidos por el técnico griego para disputar los minutos calientes.
En definitiva, un encuentro de la máxima exigencia para un Baskonia que viajó ayer al completo desde Foronda en vuelo chárter pese a que Sito Alonso metió el miércoles el miedo a todos los presentes al señalar que había un par de jugadores “tocados”. Obviamente, el madrileño evitó dar sus nombres. Entre los expedicionarios se encontraba Shengelia, de vuelta al equipo tras cuatro partidos en el dique seco debido a un esguince de tobillo. Su ausencia se ha dejado sentir más de la cuenta pese a las últimas victorias.
El ingreso del georgiano se produce en un momento oportuno, ya que la rotación azulgrana ha menguado sobremanera en los últimos tiempos entre lesiones, bajas formas y jugadores fuera de onda. Nombres como Luz, Budinger, Ilimane o Sedekerskis se encuentran en boca de todo el mundo por su escaso protagonismo. Bargnani, recién salido de una lesión, es otra pieza que conviene recuperar de forma urgente para sorprender a un CSKA armado hasta los dientes.