vitoria - Hubo un tiempo, algo lejano ya, en el que el Baskonia en un inagotable semillero de jugadores para la NBA. Verano tras verano, la mejor liga del mundo pasaba por el caladero vitoriano para pescar a una o varias piezas. De esta manera, nombres como los de José Manuel Calderón, Luis Scola, Andrés Nocioni, Arvydas Macijauskas o Tiago Splitter, por citar únicamente a los más destacados, cruzaron el Atlántico tras haberse hecho un nombre en el conjunto azulgrana. En no pocos casos esos movimientos dejaron pingües beneficios en las arcas del Buesa Arena y, en otros, la ausencia de contrato en vigor impidió sacar rendimiento de la operación. En las temporadas más recientes, sin embargo, este vínculo con la competición americana fue perdiéndose paulatinamente. El declive deportivo y económico sufrido por la entidad de Josean Querejeta le obligó a replantearse sus dimensiones y dejaron de aparecer por sus filas objetos de interés para las siempre exigentes franquicias NBA.

En algunos momentos llegó a antojarse un camino sin retorno pero, de repente, apareció una luz intensa al final del túnel. De la mano de Velimir Perasovic en el banquillo, el Laboral Kutxa ha reverdecido sus laureles en el ya concluido ejercicio y, como por arte de magia, ha reaparecido el vínculo con la mejor liga del mundo. Claro que, como todo en esta vida, el regreso al primer nivel también cuenta con una cara menos positiva. Y es que el hecho de haber llamado la atención de todo el planeta baloncesto provoca que en estos momentos los ojos más importantes estén mirando hacia el Baskonia y sus integrantes.

Un seguimiento que, inevitablemente, tropieza con los deseos de la entidad de Zurbano de mantener a las piezas más codiciadas en sus filas. Unos jugadores que, gracias a la enorme revalorización que han experimentado, se encuentran en una nueva posición de fuerza que les lleva a tratar de apurar sus opciones de hacerse un hueco entre las grandes estrellas de la competición estadounidense.

El último en reconocer abiertamente esta situación es, precisamente, el que ha sido el buque insignia del conjunto azulgrana esta pasada campaña. Ioannis Bourousis, concentrado en estos momentos con su selección para disputar el Preolímpico, ha admitido que su principal objetivo en estos momentos es poder dar el salto a la NBA. Tras haber tenido al alcance de la mano esta posibilidad un par de veces a lo largo de su carrera y ver cómo por diferentes motivos no se consumaba, el veterano pívot desea aprovechar el tramo final de su trayectoria para disfrutar de prácticamente la única experiencia que falta en su excelente currículo.

Por eso, el jugador heleno va a hacer todo lo posible para poder cumplir ese sueño. Un sueño que, desgraciadamente, choca de lleno con el del Baskonia, que ya le ha trasladado una oferta -con un considerable esfuerzo económico y de dos campañas de duración- para que vuelva a ejercer de piedra angular del equipo. Así lo reconoció el propio interesado que, sin embargo, no ocultó sus prioridades.

“Josean Querejeta ya me ha dicho que quiere que me quede. Es una persona muy inteligente y la gente de Vitoria me adora. He pasado un gran temporada allí, mi familia también está muy a gusto porque es una ciudad parecida a donde nací y quieren que me quedé pero tengo que tomar la decisión correcta. Si tengo la oportunidad de ir a la NBA voy a ir. No me importa en qué equipo, porque estar allí ya sería suficiente para mí”, argumentó.

Al menos, la entidad de Zurbano puede extraer una lectura positiva de las palabras de Bourousis. Y es que el poste solo contempla el escenario de dar el salto a la NBA o regresar a Vitoria. “No estoy esperando ninguna otra oferta pero esperaré unos días para decidir”, concluyó.