Vitoria - Apenas cuarenta y ocho horas después de desperdiciar su primer intento para plantarse -tras tres largos años de ausencia- en las semifinales de la Liga ACB, el Baskonia afronta esta noche una nueva oportunidad. La última bala en la recámara azulgrana. En el tiempo de play off no existe margen para la pausa ni mucho menos para el error y los discípulos de Velimir Perasovic saben que afrontan su primera gran final en la competición doméstica. Por eso, se encomiendan al mejor aliado que han tenido desde que arrancó la competición. El Buesa Arena. Durante la temporada regular se ganaron con su trabajo y esfuerzo el premio de poder disputar este duelo decisivo al calor de su público y ahora llega el momento de que ese plus añadido consiga llevarles en volandas hasta el selecto club que integran los cuatro mejores del torneo de la regularidad.
Claro que el indudable apoyo que emanará el pabellón de Zurbano no será suficiente por sí mismo para conseguir dejar en la cuneta a un adversario correoso y con calidad más que de sobra como el Herbalife Gran Canaria. El conjunto vitoriano necesitará también recuperar las buenas sensaciones que no aparecieron el domingo en el Gran Canaria Arena y mostrar un perfil mucho más cercano a su mejor versión de lo que ha hecho en las últimas semanas.
Para ello, resultará fundamental que sus principales referencias sobre el parqué, las que le han permitido brillar este curso como hacía mucho que no se recordaba por estos lares, vuelvan a enchufarse a la competición y no pierdan la conexión en ningún momento. El domingo, los Bourousis, Adams, James y compañía estuvieron durante demasiados minutos fuera del partido y para cuando se metieron de lleno en él ya era demasiado tarde. Un error que, en el caso de repetirse esta noche, puede tener consecuencias funestas para la escuadra azulgrana.
En cualquier caso, si algo se ha ganado el Laboral Kutxa durante los últimos meses es un voto de confianza. El conjunto de Velimir Perasovic ha dado la cara y plantado batalla en todos y cada uno de los combates que le ha tocado librar, por lo que se antoja evidente que ni mucho menos va a adolecer de falta de espíritu en esta primer final liguera.
Ahora bien, también deberá tener cuidado para tratar por todos los medios que el exceso de ímpetu y la ansiedad por resolver la contienda por la vía rápida se vuelvan en su contra. Sabiendo que la prueba es exigente pero siendo plenamente consciente también de que cuenta con argumentos más que suficientes para superarla, el Baskonia tendrá que mantener el paso firme pero calmado para alcanzar con éxito la meta deseado.
Por si necesita más argumentos, la estadística también se pone de su lado. Y es que en el 73,3% de las ocasiones en las que una serie de cuartos de final se resolvió en el tercer partido lo hizo a favor del equipo que tenía ventaja de campo. En este caso el Baskonia, que ha saldado con victoria más del 90% de sus comparecencias en el Buesa.