vitoria - Después de un par de semanas de relativa bajada de tensión al no haber nada en juego tras el pico máximo que supuso la disputa de la Final Four, el Baskonia debe enchufarse de nuevo esta tarde al máximo de sus revoluciones para afrontar el inicio de la eliminatoria de cuartos de final contra el Herbalife Gran Canaria. El Buesa Arena encienda la mecha de un cruce fundamental que debe suponer el punto final a la trayectoria negativa de los últimos tres años, en los que el conjunto vitoriano siempre ha caído a las primeras de cambio.
Durante estos últimos quince días, el combinado azulgrana ha podido recargar las pilas y recuperar a aquellos elementos más castigados pero ahora ha llegado el momento de realizar ya un último esfuerzo. Da igual lo sucedido anteriormente o los problemas que puedan aparecer en el horizonte. Lo único importante es sacar adelante una eliminatoria en absoluto sencilla ante un adversario especialista en complicar la vida al Laboral Kutxa y regresar, por fin, al lugar reservado para los cuatro mejores equipos de la competición.
Pero para ello conviene ir poco a poco y no querer alcanzar la meta de un salto. Correr demasiado puede provocar accidentes indeseados y, por ello, hay que caminar paso a paso. El primero de todos ellos llega esta tarde y tiene una gran importancia. Sobre todo porque este primer cruce de los play off se disputa al mejor de tres duelos y fallar en uno de ellos implica no tener prácticamente margen de seguridad para buscar la recuperación.
Más todavía teniendo en cuenta que el Baskonia parte con el factor campo a favor y que, por lo tanto, este partido inaugural de la serie se disputará en Zurbano. Un escenario en el que el combinado de Velimir Perasovic no puede permitirse fallar si no quiere acudir el domingo a las islas con la espada de Damocles bailando sobre su cabeza. Si, por el contrario, logra la victoria, habrá dado un paso muy importante para colarse en las semifinales y continuar aspirando al último título en juego del curso.
La Copa del Rey y la Euroliga demostraron que este Baskonia está capacitado para competir de tú a tú con cualquier adversario sea cual sea su identidad y su potencial y la Liga ACB puede convertirse en el colofón perfecto a una temporada que, suceda lo que suceda en este epílogo, quedará marcada con letras brillantes en la historia del club.
En cualquier caso, no conviene confiarse ni mucho menos ante un Herbalife Gran Canaria que ha dado también sobradas muestras de carácter y capacidad competitiva desde que se inició la competición. Con un veterano de los banquillos como Aíto García Reneses al frente y una plantilla sólida y compensada, los insulares ya se plantaron contra pronóstico en la final de Copa de A Coruña y a buen seguro que van a dejarse la vida sobre el parqué antes de dar su brazo a torcer.
Por si ello fuera poco, está fresco el precedente del ejercicio 2012-13 cuando, también con el factor campo a favor de los alaveses, el Gran Canaria forzó el tercer partido para apuntillar en ese duelo definitivo al Laboral Kutxa ante su atónito público y colarse en semifinales. Una situación que el Baskonia debe tratar de impedir a toda costa que se repita. El primer paso para conseguirlo, tiene que producirse con la victoria de esta tarde.