berlín - Por extraño que pudiera parecer a primera vista, hay citas a las que uno no desea acudir nunca e invitaciones que rompería gustosamente si no fuera porque la obligación de presentarse en el lugar acordado es máxima y no existe el margen para la disculpa. Pues bien, en esa situación se encuentran hoy el Baskonia y el Lokomotiv Kuban.Ambos deben comparecer a las cinco de la tarde sobre el parqué del Mercedes Benz Arena pero, con absoluta seguridad, a ninguno de los dos les hace la más mínima gracia la idea.
Porque el objeto de esa reunión no es otro que disputar el encuentro que determinará el tercer y cuarto clasificado de la presente edición de la Euroliga. Un mérito enorme sobre el papel pero que, en este preciso instante, ha perdido casi cualquier interés para rusos y vitorianos. Porque los dos habían viajado a Berlín con el único propósito de dejarse la vida para tratarde hacerse con el trofeo de campeón.
Una vez esfumada esta posiblidad tras caer en las semifinales ante CSKA y Fenerbahce respectivamente, los negros nubarrores que cubren su presente más inmediato les impide fijarse siquiera en el horizonte más cercano. Por eso, bastante tienen con limitarse a rumiar la bilis que siempre provoca una derrota y dedicarse a lamerse las heridas que ha dejado la batalla, que en el caso del Laboral Kutxa no son precisamente pocas.
Así pues, el duelo de esta tarde no es ciertamente la mayor de sus preocupaciones. No obstante, dentro de unos años siempre será más valorado el tercer puesto que el cuarto, por lo que conviene esforzarse en tratar de lograrlo. Además, los premio económicos introducidos este año por la competición añaden un pequeño atractivo más. Por lo que respecta al Laboral Kutxa, Velimir Perasovic no podrá contar de nuevo con Causeur, que se resintió de sus problemas de espalda y Bourousis arrastra molestias en la rodilla. - T.S.