vitoria - Hace quince días, Laboral Kutxa y Barcelona aplazaron el encuentro que debían haber disputado dentro de la 28ª jornada de la Liga ACB para poder disponer de algo más de tiempo para preparar sus respectivos cruces de cuartos de final de la Euroliga. Ambos contendientes decidieron trasladar esa cita a hoy viernes, una vez resueltas las eliminatorias continentales. A priori, se aventuraba un enfrentamiento largo para ambos ante Panathinaikos y Lokomotiv, por lo que el choque de Palau se presumía que iba a estar mediatizado también por la acumulación de esfuerzos. Sin embargo, pocas cosas de ese guión previo han terminado por cumplirse. Y es que el Baskonia dio un inesperado golpe de mano ante el coloso griego para plantarse en la Final Four con un contundente 3-0 mientras que su rival de esta tarde se quedó con las ganas de viajar a Berlín tras caer en el quinto y definitivo choque de Krasnodar.
En definitiva, exactamente lo contrario de lo que constituían las apuestas generales. Un balance que cambia significativamente las circunstancias del duelo de hoy. El partido adquiere una nueva dimensión como consecuencia de la inevitable resaca que arrastrará el Barcelona tras el importante varapalo recibido. Porque para un conjunto de su potencial económico y deportivo quedarse fuera del gran objetivo del curso supone siempre un terremoto de considerables dimensiones.
Pero es que, más allá de lo anímico, también hay que tener en cuenta la factura física a la que tendrá que hacer frente el plantel blaugrana. Mientras que el Laboral Kutxa ha podido descansar desde el pasado fin de semana, los hombres de Xavi Pascual llegan al duelo castigados por la sucesión de esfuerzos -los cinco partidos de la serie con el Lokomotiv más el clásico frente al Real Madrid- a la que han tenido que hacer frente en apenas diez días y el agotador viaje de ida y vuelta a Krasnodar.
Pese a todo, no conviene confiarse puesto que el Barcelona no es el líder de la ACB por casualidad. Aunque llegue malherido a la cita de esta tarde, dispone de potencial más que suficiente para pintar la cara a cualquiera y un depredador magullado siempre es más peligroso. Además, el Laboral Kutxa también se presenta en el Palau arrastrando un importante lastre. En este caso, motivado por las lesiones. Y es que ni Causeur ni Blazic pudieron viajar ayer hasta la Ciudad Condal. Al menos, Hanga sí fue de la partida y podría reaparecer tras su problema muscular.