vitoria - Por si el Baskonia no se había visto sometido a esfuerzos sobrehumanos hasta la fecha, el calendario que le espera en los próximos días promete ser si cabe más infernal coincidiendo con el inicio del play off de cuartos de final de la Euroliga o las última pedaladas de la fase regular de la ACB. Todos los grandes de Europa son conscientes de ello antes de echar a rodar y no puede haber excusas, pero lo cierto es que ello no deja de ser un hecho que pone a prueba la capacidad agonística de las plantillas. La azulgrana no es precisamente una de las más numerosas ni está sobrada de recursos, de ahí que el sufrimiento pueda llegar a ser extremo en próximas fechas.

Y es que la friolera de nueve partidos en los próximos 22 pueden llegar a aguardarle al Laboral Kutxa si, como todo hace indicar, la serie ante el Panathinaikos se alarga y no se resuelve por la vía rápida. Una maratón de consecuencias imprevisibles para un conjunto que da indicios de agotamiento físico y mental ante las sensibles ausencias de Causeur y Shengelia o la escasa confianza acreditada por Perasovic en varios jugadores de la segunda fila.

Aunque parece imposible pedirle más de lo que ha realizado hasta la fecha, el combinado vitoriano necesitará sacar fuerzas de flaqueza para responder a los desafíos previstos en este tramo final de la campaña. De un lado, emerge la oportunidad histórica de colarse ocho años después en la Final Four de Berlín ante un transatlántico de la Euroliga. La situación es idílica para el equipo azulgrana, que ganando sus partidos como local regresará por la puerta grande a la reunión más elitista del Viejo Continente.

Sin embargo, tampoco conviene dejar de lado una ACB en la que cuatro derrotas consecutivas ante Sevilla, Unicaja, Gran Canaria e Iberostar han comprometido al máximo el cuarto puesto de la fase regular. El margen de error es cada vez más pequeño a falta de ocho jornadas para el inicio de las series finales por el título. Y el premio final es suculento: jugar en casa un hipotético tercer duelo de cuartos ante los pupilos dirigidos por Aíto García Reneses, ya libres de cargas continentales tras su reciente eliminación de la Eurocup ante el Galatasaray.

Esta frenética actividad se iniciará pasado mañana en el Buesa Arena ante el CAI, un adversario propicio para dejar atrás la inquietante dinámica a nivel doméstico. El miércoles y viernes de la próxima semana tendrán lugar (20.45 horas) las dos primeras entregas del cruce de cuartos de la Euroliga. El pequeño consuelo es que, a renglón seguido, llegarán unos días de respiro tras haberse aplazado al día 28 de este mes la visita liguera al Palau Blaugrana que, teóricamente, debía haberse celebrado el domingo 17.

El Baskonia podrá cargar así las pilas para afrontar el asalto al gigantesco OAKA. El tercer encuentro del play off ante los griegos se ha fijado para el martes 19. En caso de ser necesario un cuarto, los alaveses volverían a jugar en el santuario heleno el jueves. El cierre de esa semana también deparará una peliaguda salida a Fuenlabrada, donde aguardará una de las revelaciones ligueras. De ser preciso un desempate ante el Panathinaikos, la fecha elegida por la Euroliga ha sido la del martes 26.

Para finalizar un calendario de locos y apenas tres días después de visitar al Barcelona en la ACB, quedará el derbi vasco ante el Gipuzkoa Basket, que llegará a la capital alavesa con el cuchillo entre los dientes con el fin de mantener vivo el sueño de la permanencia. Por todo ello, Perasovic cruza los dedos para el retorno de Causeur -Shengelia, en el mejor de los casos, no podrá reaparecer hasta finales de mayo- y que otras piezas cargadas de minutos recobren su esplendor físico.