las palmas de gran canaria - No está siendo ni mucho menos una temporada sencilla la actual para Darko Planinic. El pívot croata aterrizó en Vitoria el pasado verano con la vitola de ser una más de las muchas jóvenes promesas que terminan quedándose a medio camino de las expectativas que pesan sobre ellas cuando llegan a la élite y conforme ha ido avanzando el curso ha ido añadiendo decepciones a su historial. Arrancó la campaña como titular y una buena ración de minutos pero pronto esa dosis empezó a verse reducida. Con el paso de las jornadas Ilimane Diop le fue comiendo terreno hasta terminar ganándole la partida por protagonizar el salto inicial. Así, fue adquiriendo un papel cada vez más secundario hasta que el esperado regreso de Davis Bertans tras su larga lesión y los equilibrios de los cupos terminaron dejándole sin ficha en la ACB. Imposibilitado de actual en la competición doméstica, debió resignarse a contar con minutos -escasos- únicamente en la Euroliga.
Pese a todo ello, ni un solo mal gesto ni el más mínimo reproche ha salido de su bica. Más bien al contrario, su actitud ha resultado en todo momento irreprochable. Como la hormiga de la fábula, Planinic ha continuado trabajando hasta que el destino le ofreciera una nueva oportunidad. Una ocasión que se puso a su alcance ayer y que no estaba dispuesto a dejar pasar de largo.
La lesión de Causeur permitió al club activar de nuevo la ficha del croata el pasado jueves y, pese a la derrota final, ante el Herbalife Gran Canaria puso sobre la mesa sus credenciales y demostró que está capacitado para poder ofrecer minutos de calidad a este Baskonia.
Integrante del quinteto inicial de nuevo, se convirtió en el azulgrana más consistente a la conclusión de los cuarenta minutos. Su intensidad defensiva le permitió maniatar a sus pares y, además, brilló inesperadamente en ataque explotando al máximo su repertorio de movimientos. Solo las faltas personales le privaron de estar más minutos en pista y quién sabe si de conducir al Laboral Kutxa al triunfo.
El Laboral Kutxa está atravesando por su peor momento de la temporada en la competición doméstica desde que arrancó el curso. El de ayer es el tercer tropiezo consecutivo que sufre tras las derrotas ante el Sevilla y el Unicaja. Pese a ello, se mantiene cuarto.