vitoria - Con Darius Adams no hay término medio. No es gris, siempre blanco o negro. Hay días que le odias y otros en los que le amas. En 48 horas, puede pasar del infierno al cielo con ese carácter imprevisible que le adorna desde que el Baskonia le reclutara mediada la pasada campaña procedente del Nancy francés. Su figura salió muy tocada de la última refriega continental en El Pireo, donde sus pérdidas absurdas -hasta un total de seis- propiciaron un parcial desfavorable de 16-0 y arrastraron al Laboral Kutxa hacia la derrota en un segundo cuarto para olvidar. Pues bien, el eléctrico base estadounidense se redimió ayer a lo grande de sus pecados en tierras atenienses en un derbi espectacular que mostró sus mejores virtudes y engrandeció su figura. Fue el catalizador de una paliza en toda regla al vecino vizcaíno, huérfano de antídotos para contener a un torbellino y una fiera desatada que prendió la mecha con una intensidad devastadora para borrar del mapa al Bilbao Basket.
Su defensa no ha sido siempre la mejor virtud que ha paseado desde el desembarco en Vitoria, pero Adams dio ayer un paso al frente en una faceta controvertida. Apretó las tuercas de tal manera a Hannah y, sobre todo, Raúl López, ya sin el físico de antaño para sortear su empuje físico, para propiciar un torrente de recuperaciones que hundieron en la miseria al Bilbao Basket. El norteamericano, que impuso un ritmo vertiginoso y al que nadie pudo seguir, se soltó la melena en una tarde redentora en todos los sentidos. Con su célebre desparpajo y también ese punto de locura que, a veces, resulta funesto para el engranaje colectivo, Adams lideró el racial despegue de los vitorianos en un primer cuarto arrebatador que dejó todo visto para sentencia. Trece de los veintisiete puntos del Baskonia en ese tramo llevaron su firma y allanaron el camino hacia un paseo militar. Finalmente, acabó con su valoración más elevada del ejercicio pese a firmar una única asistencia. Sus 30 puntos -aderezados de grandes porcentajes- y 8 faltas recibidas le hicieron acreedor a su primer MVP desde que compite en la ACB.
Consolidado como el base titular de Perasovic después de que estuviera con un pie fuera del Buesa Arena durante toda la temporada -el club trató por todos los medios de incorporar un base con tintes más cerebrales como Oliver Lafayette o Antoine Diot-, el americano está siendo uno de los responsables del óptimo rendimiento azulgrana. Con sus luces y sus sombras, de lo que no hay duda es que su cotización está subiendo muchísimos enteros. Dado que su vínculo expira el próximo 30 de junio, a Josean Querejeta le va a resultar cada vez más difícil cerrar su renovación y asegurarse su continuidad para el futuro. De momento, ya le ha puesto los colmillos afilados a un puñado de clubes turcos y rusos, si bien la gran aspiración del director reside en dar el salto a la NBA.
El partido de ayer tuvo conatos de dureza en varias fases y los árbitros decretaron un buen número de antideportivas y técnicas para intentar mantener a raya a todos los protagonistas. Hervelle, Mumbrú, Bourousis y Blazic tuvieron sus más y sus menos.