Vitoria - Apenas hace cuatro días que la Copa del Rey de A Coruña bajó el telón dejando el regusto amargo de la eliminación del Baskonia en semifinales a manos del a la postre campeón Real Madrid pero el plantel vitoriano debe dejar atrás por completo lo sucedido en la ciudad gallega y afrontar un peligroso regreso a la realidad. Porque sin tiempo apenas para el análisis reabre un nuevo capítulo competitivo en un escenario que únicamente le permite recorrer un camino para no salirse de la senda positiva por la que ha transitado hasta ahora. La Euroliga está de vuelta y regresa, además, para poner sobre la mesa el tramo decisivo del Top 16.

Porque el encuentro que esta noche disputarán el Laboral Kutxa y el Zalgiris sirve de arranque a la segunda vuelta de esta fase, siete partidos vitales en los que quedarán definidos de manera inapelable los futuros cruces de cuartos de final. Un periodo en el que el más mínimo error acarrea un grave peaje y que obliga a afrontar cada cita como una final para poder contar con opciones de éxito.

Así pues, el Baskonia no puede permitirse ningún despiste si no desea complicarse de manera importante la obtención del pasaporte para la antesala de la Final Four. A priori, el duelo de hoy podría parecer un guiño del calendario al combinado de Velimir Perasovic pero lo cierto es que tiene bastante más que ver con un partido trampa que con lo primero. Porque todo lo que no sea acabar los cuarenta minutos por delante en el marcador para alcanzar la sexta victoria supondría poco menos que una hecatombe para los intereses del combinado azulgrana.

Por extraño que pueda parecer, el motivo principal de ello es la teórica debilidad de su oponente. Con un único triunfo en el Top 16, el Zalgiris está virtualmente descartado de la lucha por acceder a los cuartos de final y se ha convertido en la Cenicienta del grupo, a la que todos sus rivales confían en ganar de manera relativamente cómoda. Por ello, el que no sea capaz de conseguirlo no solo incrementará su cuenta de derrotas sino que, además, verá como el resto penaliza ese error doblemente con sus más que previsibles victorias sobre la escuadra lituana.

Por todo ello, el Baskonia necesita comparecer esta noche en el Buesa Arena con la mejor de sus versiones y siendo plenamente consciente de que, cumpliendo los pronósticos que le sitúan como lógico vencedor, daría un paso de gigante hacia el play off. Para conseguirlo, debe dejar atrás la resaca de la Copa del Rey -siendo capaz, eso sí, de aplicar las lecciones aprendidas en esa cita- y aterrizar de lleno de nuevo en la exigente realidad del día a día. Confirmada ya la ausencia de Shengelia prácticamente para lo que resta de temporada, Perasovic tendrá que gestionar de la mejor manera posible ese hueco. A cambio, podrá contar Planinic, dado de baja en la ACB.