A Coruña - Dicen que los vascos somos incapaces de resistirnos a una apuesta y un buen número de aficionados baskonistas lo corroboró en las horas que transcurrieron entre el filo de la medianoche del viernes al sábado y la mañana de la primera jornada del fin de semana. En más de una cuadrilla se escuchó el tan manido “¿Y si vamos a Coruña? ¿A que no hay...?” Y envalentonados probablemente por la liberación que supuso la confirmación de la agónica victoria sobre el Obradoiro, muchos se liaron la manta a la cabeza y emprendieron viaje rumbo a Finisterre. Así, una nueva caravana azulgrana se desplegó por las diferentes vías de acceso a la sede de la Copa del Rey.

“Estábamos el viernes en Llanes y después de ganar nos animamos a venir hasta aquí. Total, ya teníamos medio camino hecho”, bromea Jesús, un veterano aficionado baskonista que ha completado la excursión junto a su amigo Juan Cruz. “El problema que había era que no teníamos entradas y por Internet no vendían pero al final han sacado bastantes en taquilla y no ha habido problemas. La pena es que justo el de delante nuestro se ha llevado las últimas que quedaban de 60 euros y hemos tenido que pagar el doble. Más vale que gane el Baskonia”, apuntaba Jesús con sus localidades recién adquiridas y camino ya de la entrada al Coliseum.

Pasos muy parecidos a los de esta pareja debieron seguir los muchos refuerzos azulgranas que se acercaron a lo largo del día de ayer hasta A Coruña. Al menos, la mayoría pudo evitar pasar por los peligros de la reventa callejera, puesto que la organización distribuyó a través de las taquillas un buen número de las entradas devueltas. Es el caso de los seis amigos de Merche y su marido -en Galicia desde el jueves- que se les unieron ayer al mediodía. “Han tenido que hacer cola un buen rato pero al final han podido comprar todos”. También recibieron refuerzos Igor, Jon y Asier, que recuperaron a otros dos integrantes de la cuadrilla que se habían quedado sin abono inicialmente. “Hemos estado dándoles el coñazo un montón hasta que les hemos convencido para que vengan. Esta noche habrá que celebrarlo”, advierte Asier.