A coruña - David (Montakit Fuenlabrada) se enfrenta a Goliat (Real Madrid) en el tercer partido de los cuartos de final de la Copa del Rey. En Liga se cumplió la historia bíblica y el débil ganó al fuerte; ahora, en A Coruña, hay que dilucidar si se produce una segunda pedrada o llega la venganza de Goliat. El derbi regional madrileño apunta al Real Madrid como gran favorito por experiencia, calidad, presupuesto y necesidad. Pero hace un mes, en Liga, los de Fuenlabrada ganaron al Real Madrid por 91-85.
La lógica dice que David puede con Goliat una de cada cien veces, más o menos, pero la realidad no entiende de nada más que no sea el momento. Y la Copa del Rey siempre fue terreno abonado para la sorpresa, para los valientes, para los más acertados.
El entrenador del Real Madrid, Pablo Laso, ha asegurado que, tras perder contra el conjunto naranja en la Liga Endesa, llegan “con la lección aprendida”. “A mí en la Copa no me sorprende nada porque son ya muchas ediciones y las hemos visto de todos los colores. Lo único que pienso es que tenemos un partido dificilísimo, una final, contra un equipo que está jugando muy bien. Fuenlabrada se ha ganado por méritos propios el estar aquí. Es un equipo con un juego muy abierto, con mucho tiro exterior, con gente muy agresiva en ataque. La mejor lección es el partido que jugamos allí en liga y que nos ganaron”, explicó Laso.
El Madrid, que ganó los dos últimos títulos de la competición, llega con dudas en su ritmo de juego y concentración y en lo físico, después de que el capitán Felipe Reyes y Andrés Nocioni no disputaran los dos partidos anteriores.
Aún así, y aunque es más que previsible que ambos estén en la pista del Coliseum coruñés, los defensores del título tienen una larga plantilla por lo que su entrenador, Pablo Laso, si todos están en condiciones de participar, tendrá que hacer un par de descartes en el acta del partido. Todo esto con Rudy Fernández, el jugador más valioso de la edición anterior, fuera de combate tras su paso por el quirófano para solucionar sus problemas de espalda.
Si el Real Madrid defiende y está acertado desde más allá de la línea de tres puntos, las opciones del Fuenlabrada se reducen al mínimo. Pero los madridistas, hasta el momento, en pocas ocasiones han sabido mantener estas premisas los cuarenta minutos de partido.
Y cuando esto ocurre, cuando su defensa se relaja y los triples no entran, se vuelven vulnerables.
Esa será la táctica del Fuenla, salir fuerte, intentar igualar en lo físico a su rival, esperar a ver cómo se desarrolla el partido, no desengancharse en el marcador y, si llega el momento de bajón del Real Madrid, estar presto a lanzar su pedrada.
“Vamos a intentar liarla”, es el eslogan que ha asumido un equipo que con once victorias en veinte partidos de Liga está siendo una de las revelaciones de la competición.
El croata Marko Popovic, recién renovado por el equipo del sur de Madrid, es el mascarón de proa de un equipo que basa en el trabajo colectivo la clave de sus éxitos. Todos defienden, todos atacan y si hay que definir en la canasta decisiva ahí ha estado Popovic para dar la puntilla.
El juego exterior del Fuenlabrada es fundamental, pues junto al escolta están los también doses el serbio Ivan Paunic y el español Álex Urtasun para junto al base belga Jonathan Tabu (10,1) aportar gran parte de los puntos del equipo. En la lucha bajo los aros, el Fuenla está más desprotegido.
Dicho esto, todo se resolverá en cuarenta minutos. Es la ley de la Copa. El mejor pasa a semifinales y el perdedor se va a casa. La segunda pedrada o la venganza de Goliat.