vitoria - Toda la atención debía estar enfocada ayer en el trascendental partido de Euroliga que el Baskonia disputaba en el Barclaycard Center de Madrid, pero horas antes la actualidad azulgrana se vio sobresaltada por un nuevo revés en los despachos. Aunque en esta ocasión, con posibles graves consecuencias a corto plazo en el plano deportivo. En una noticia adelantada por el periodista israelí David Pick, la FIBA sancionó al club vitoriano con la prohibición de fichar a nuevos jugadores hasta que no salde la deuda que arrastra con su exjugador Walter Hodge. El base boricua tiene pendiente todavía de cobro una parte importante de la cantidad estipulada en el acuerdo de rescisión entre ambas partes, suscrito el 18 de agosto de 2014, y el máximo organismo de la canasta se ha mostrado inflexible a la hora de aplicar el artículo 3 de sus estatutos.

De los 484.000 dólares que el Baskonia debía abonar tras la desvinculación, el ahora base del Cantu italiano -uno de los grandes fiascos de la política de fichajes de los últimos años que en su día firmó por dos temporadas y, sin embargo, duró poco más de medio año en Vitoria tras disputar tan solo 32 partidos oficiales- aún no ha percibido 121.000. Ante los atrasos por parte de los rectores azulgranas, que sobre la mesa tenían la velada amenaza desde el 29 de mayo del año pasado, Baskonia ha sido sancionado con dureza pasando a engrosar la nómina de equipos que no pueden fichar jugadores en España, que también incluye al Granada, Atapuerca, Menorca y Valladolid.

Una vez satisfaga el club dicha cantidad, además de otros 14.000 dólares derivados de las costas procesales, quedará levantado un duro castigo que puede afectar a corto plazo al rendimiento del equipo. Y es que, en función de la evolución de la rodilla de Shengelia o nuevas contingencias en forma de otras lesiones, Perasovic podría verse en la tesitura de necesitar un nuevo refuerzo. Pues bien, dicha posibilidad se verá frustrada hasta que el Laboral Kutxa no resuelva el enésimo contencioso en los tribunales. Además de Hodge, otros antiguos jugadores y técnicos azulgranas también siguen a la espera de ver integrado el dinero que se les adeuda desde hace años.

reacción del club El pacto con Hodge establecía un fraccionamiento de los pagos con un primer ingreso de 50.000 dólares. Posteriormente, Baskonia se comprometió a abonar un total de 18 mensualidades (a razón de 24.155 dólares cada una) hasta zanjar la deuda en marzo de 2016. Tras los primeros retrasos, Hodge interpuso una reclamación ante la FIBA, quien constató el incumplimiento en los pagos entre el 30 de septiembre de 2014, fecha en la que pagó los primeros 50.000 dólares, y el 30 de marzo del año pasado. De esta forma, el juez determinó que el Baskonia debía ingresar al base más de 121.000 dólares, a lo que hay que sumar 14.000 más en concepto de costas procesales.

El club reaccionó a media tarde con un comunicado en el que anunció su intención de interponer un recurso. Aunque no hizo mención a ello en él, los dirigentes entienden que la FIBA, deseosa de retomar el control de la máxima competición, adopta una postura revanchista hacia el club por ser uno de los once fijos de la nueva Euroliga que entrará en vigor el próximo curso. También precisó que una parte de esos 121.000 dólares ya se abonaron la semana pasada y que en sus planes está ponerse al día con Hodge en poco tiempo. “Saski Baskonia ya planteó un calendario de pagos para terminar con la situación, lo que ha demostrado la buena voluntad del club en todo momento”, precisó Baskonia.