Vitoria - Aunque todavía no es matemático, el Baskonia ya puede sentirse virtualmente como uno de los ocho equipos que lucharán del 18 al 21 del próximo mes febrero de 2016 por levantar la que sería su séptima Copa del Rey de la historia. Un año después de que una fatídica primera vuelta le condenara a ver por televisión la pasada edición celebrada en el Gran Canaria Arena de Las Palmas, esta vez no faltará a su cita con el torneo más atractivo de la temporada que siempre moviliza a una riada de aficionados azulgranas.
Tras solventar con suficiencia el billete para el Top 16 de la Euroliga, cuya andadura se iniciará este miércoles en el Zalgirio Arena de Kaunas, el Laboral Kutxa tampoco ha vivido ningún sobresalto para inmiscuir su figura en la cita de A Coruña. Es el quinto conjunto que lo consigue tras el Valencia, el Real Madrid, el Barcelona y el anfitrión Obradoiro. El Gran Canaria tiene mucho terreno adelantado para ser el sexto clasificado, mientras que la pelea por las dos últimas plazas promete ser encarnizada a tenor del atasco existente en la parte central de la clasificación.
Un clásico como el Unicaja, inmerso en muchos problemas, está asomado al abismo y le aguarda un calendario muy complicado. Lo chocante es que modestos con, a priori, remotas opciones antes de que la ACB echase a rodar como los sorprendentes Manresa (del exbaskonista Ibon Navarro), Andorra o Fuenlabrada pretenden hacer saltar la banca en las cuatro jornadas que restan para que se configure definitivamente el cartel copero.
Sin embargo, el Baskonia no puede quedarse de brazos cruzados ante la importancia que entraña quedar entre los cuatro primeros al término de la primera vuelta. Si lo logra, será cabeza de serie para el sorteo de cuartos y evitará en el primer partido a Valencia, Real Madrid y Barcelona. O, lo que es lo mismo, albergaría muchas posibilidades de acceder a semifinales si el azar no le depara a las primeras de cambio un cruce mortal de necesidad ante un Unicaja con el billete todavía en el aire.
El principal escollo para hacer realidad este objetivo es el Gran Canaria de Aíto García Reneses, al que aventaja ya en dos victorias tras su tropiezo de ayer en el Principado de Andorra. Ambos conjuntos tienen pendientes dos partidos en casa y otros dos fuera. Los pupilos de Velimir Perasovic deberán medirse en el Buesa Arena al Real Madrid y al Andorra, mientras que viajarán a Manresa y Badalona. En el caso de los insulares, desfilarán por su difícil cancha el Joventut y el Barcelona, debiendo además jugar a domicilio ante Fuenlabrada y Estudiantes.
De momento, la trayectoria del actual Laboral Kutxa invita al optimismo. El pasado ejercicio, a estas mismas alturas, apenas totalizaba seis victorias y acabó la primera vuelta con ocho, una cifra insuficiente para disputar la Copa. Ahora, en cambio, ya acumula diez y todavía le quedan cuatro balas para engordar su casillero. Las diferencias, por tanto, saltan a la vista pese a que muchos lamenten el desvanecimiento ante el Iberostar Tenerife o el regalo en los minutos finales al Bilbao Basket en Miribilla.
El húngaro se retiró a los vestuarios al inicio del segundo cuarto tras sufrir un doloroso golpe en el costado producto de una aparatosa caída al intentar que un rival no anotara una canasta. Tras ser atendido por Alberto Fernández, se reincorporó unos minutos más tarde.