vitoria - En plenas fiestas navideñas, el Baskonia encara hoy su penúltima cita del año 2015 y última en el Buesa Arena. No se trata de una jornada baladí que convenga tomarse a la ligera, ya que puede servir para certificar virtualmente el billete para la próxima edición de la Copa del Rey. En caso de ganar al Fuenlabrada, los alaveses elevarán su casillero de victorias a diez, una cifra mágica que le permitirá incrustar nuevamente su figura en el torneo más atractivo de la temporada tras su ausencia del año pasado en Las Palmas.

Dentro de tres días se dará en el Zalgirio Arena de Kaunas el pistoletazo de salida a la tortuosa travesía por el Top 16 de la Euroliga, pero el Laboral Kutxa está obligado antes a realizar un ejercicio de abstracción ante una de las revelaciones de la presente edición liguera. El Fuenlabrada, una entidad de aspiraciones modestos que ha visto recientemente cómo su técnico (Zan Tabak) hacía las maletas al ser tentado por un grande del Viejo Continente como el Maccabi, también sueña con jugar la Copa a falta ya de cuatro jornadas para el cierre de la primera vuelta y quede configurado el cartel para el evento en tierras gallegas.

La marcha del técnico croata amenazaba con representar un duro mazazo pese a los 100.000 euros abonados por los hebreos, pero la transición liderada por Jota Cuspinera está siendo menos traumática de lo que muchos intuían. Bajo la batuta de quien fuera ayudante de Ibon Navarro en Vitoria, los de sur de Madrid mantienen tanto la estabilidad como su ubicación en la zona media-alta de la clasificación. Eso sí, el Fuenlabrada no gana en Vitoria desde el año 1999, su única alegría en territorio alavés en 17 visitas.

El Baskonia no puede permitirse ningún tropiezo si quiere conservar la cuarta posición que le permitiría ser cabeza de serie en la Copa y evitar así a un grande en el cruce de cuartos de final. El Gran Canaria conserva su aliento en la nuca azulgrana, aunque esta jornada podría ser propicia para abrir un pequeño colchón en la tabla. Y es que los insulares no lo tendrán fácil en el Principado ante el Andorra, uno de los conjuntos más en forma de la competición.

En un momento crítico de la temporada, el Laboral Kutxa no irradia las mejores sensaciones y parece haber perdido la frescura de los primeros meses de la competición. Un hecho que Perasovic admitió públicamente tras el agónico éxito en Illumbe y abre la puerta a que jugadores de la segunda línea puedan asumir un mayor protagonismo. Es en jornadas como la de esta tarde cuando piezas inmersas en un pronunciado bache (Adams o Tillie) y otras huérfanas de un gran protagonismo (Corbacho o Ilimane) deben dar un paso al frente y refrescar a un bloque que acumula un considerable desgaste en determinadas piezas.

perasovic, muy prudente El Fuenlabrada no presenta grandes amenazas en el interior y concentra su mayor peligro en la efervescencia anotadora del trío integrado por Tabu, Urtasun y Paunic. Junto a ellos, el hombre que le ha ayudado a dar un salto de calidad es Marko Popovic, un base-escolta con una dilatada trayectoria en el concierto europeo y que ejerce como líder espiritual de un grupo con seis integrantes por encima de la barrera de los 30 años. Entre las filas del rival azulgrana se encuentra Josip Sobin, hijo de Goran, el que fuera campeón de la Euroliga con la Jugoplastika y rocoso pívot del Baskonia en la temporada 1995-96 a las órdenes de Manel Comas.

“No sólo es importante por clasificarnos para la Copa del Rey, sino por estar más tranquilos. Vienen encuentros difíciles en la Euroliga y va a ser mucho más difícil ganar en esta ACB tan competitiva. Todo el mundo sabe cómo es jugar en este torneo”, admite Perasovic respecto a la trascendencia de hacerse fuerte en el Buesa. “Ya hemos fallado una vez en casa. No tenemos derecho a otro fallo si queremos aspirar a ser cabezas de serie en la Copa”, añadió el preparador croata, quien por otro lado se refirió a la ascendencia de Causeur en el grupo. “Cuando él anota, el equipo gana sin muchos problemas. También es cierto que tiene bastantes altibajos y necesitamos esta regularidad de él porque es un jugador muy importante”.