Vitoria - El Baskonia se halla obligado a recuperar el pulso liguero ante un rival propicio como el Baloncesto Sevilla, sumergido en los últimos puestos de la clasificación y que aterriza en el Buesa Arena con las sensibles bajas de Nikola Radicevic, Scott Bamforth y Berni Rodríguez. Si la superioridad azulgrana ya era incuestionable con su adversario al completo, este hecho desequilibra sobre el papel mucho más las fuerzas antes del salto inicial. Tras dos derrotas ligueras ante el Iberostar y el Bilbao Basket, los vitorianos afrontan el objetivo de reconducir el rumbo para intentar poner más tierra de por medio sobre sus perseguidores en el camino hacia la Copa del Rey.

No es que las urgencias estén instaladas a la vista del notable balance de victorias y derrotas hasta la fecha, pero conviene recuperar cuanto antes las buenas sensaciones en la ACB tras la liberación que supuso el reciente festín ante el Cedevita en la Euroliga. Por unos días deberá aparcar de su mente el Laboral Kutxa el sueño continental para centrarse definitivamente en la tarea de dejar sentenciado matemáticamente el pasaporte para la cita prevista en A Coruña en febrero de 2016.

Nadie duda de que la silueta azulgrana volverá a hacer acto de presencia en el torneo más atractivo de la temporada tras la dolorosa ausencia del año pasado en Las Palmas, aunque para ello será preciso no dejar margen a la sorpresa en los próximos compromisos. Todos ellos resultan, a priori, muy asequibles, ya que tras la cita ante el Sevilla tocará rendir visita el miércoles de la próxima semana al colista Gipuzkoa Basket -un equipo casi desahuciado que todavía no ha inaugurado su casillero- y cuatro días más tarde aguardará la llegada a Vitoria de otro modesto como el Fuenlabrada.

Con un pleno de victorias, una hipótesis bastante probable a poco que se imponga un mínimo de lógica, el cuadro dirigido por Perasovic llegará a las diez. O, lo que es lo mismo, una cifra razonable que siempre ha garantizado la participación en la Copa. En cualquier caso, ya se sabe que no puede venderse la piel del oso antes de ser cazado y el angustioso precedente ante el Tenerife obliga al personal a mantener tiesas las orejas. Y es que no puede permitirse el Baskonia otro desliz en el Buesa Arena como el acaecido ante los chicharreros. La consigna residirá en mantener un elevado nivel de concentración para no verse sorprendido por un forastero andaluz que ha salido trasquilado en sus últimas apariciones por el coliseo de Zurbano.

nachbar, la amenaza El Baloncesto Sevilla, concebido únicamente para lograr la permanencia, protagonizó un desolador arranque de temporada con cuatro derrotas seguidas, pero ha sido capaz de rehacerse con el paso de las jornadas. De hecho, viene de solventar positivamente cuatro de sus últimos seis encuentros ante el Fuenlabrada, el Unicaja, el Gipuzkoa y el Joventut. Un dato a tener muy en cuenta para desterrar cualquier tipo de confianza, si bien el margen para un nuevo gatillazo en el Buesa se ha reducido casi a la mínima expresión tras conocerse la baja en las filas visitantes de tres de sus mejores exponentes en el perímetro. El mayor peligro en manos de Luis Casimiro es un clásico continental como Bostjan Nachbar, su máximo anotador con 14,3 puntos de media. El ala-pívot esloveno, eso sí, actuará mermado tras sufrir en el entrenamiento del jueves una fuerte contusión en el gemelo interno de la pierna derecha que le obligó a guardar reposo el viernes.

“En nuestra cancha no podemos permitirnos tropiezos”, reconoció ayer un prudente Perasovic, para quien el triunfo pasará por “jugar una defensa sólida y no permitir canastas fáciles por desconcentración”. El croata, que podría dar más cancha hoy a hombres como Corbacho o Ilimane, también relativizó las importantes ausencias en el Sevilla. “Cuando faltan dos jugadores, otros juegan con más energía y se unen más. Ellos están jugando muy bien ahora y ya hemos visto en los últimos partidos que, cuando no estamos bien, nos pasan por encima muy fácil como sucedió con el Tenerife”, alertó.