estambul - Como esos edificios que, de repente y sin saber muy bien por qué, se desmoronan provocando el susto y la sorpresa de quienes se encuentran en sus inmediaciones, el Baskonia sufrió anoche en Estambul un inesperado colapso que le llevó a derrumbarse por completo en el tramo final del encuentro ante el Efes. Una crisis que llegó cuando la situación parecía encontrarse bajo control y que, de manera inevitable, condenó al plantel de Velimir Perasovic a una derrota que le complica sobremanera el objetivo de acceder al segundo puesto del grupo a la conclusión de esta primera fase de la Euroliga.

Después de haberse pasado la mayor parte del encuentro por delante en el marcador gracias fundamentalmente a su apuesta por el triple -las rachas de acierto notable le dieron sus mayores ventajas-, el Laboral Kutxa sufrió un pequeño bajón en el tercer parcial y arrancó el cuarto y definitivo un punto abajo. Una diferencia que se amplió a cuatro con el triple de Batuk nada más empezar este cuarto (70-66).

Sin embargo, no fue entonces cuando llegó la crisis baskonista. Lejos de venirse abajo el equipo fue capaz de volver a ponerse de pie y redobló su apuesta por los tiros desde los 6.75 metros. Con tres aciertos más (dos de Adams y uno de Blazic) y una canasta de dos del esloveno firmó un parcial de 2-11 que le situó en una situación bastante cómoda para encarar el tramo definitivo del choque (72-77). Pero, por sorprendente que pueda parecer, esta racha se convirtió en el principio del fin.

Porque, tras un breve intercambio de golpes, llegó de golpe el absoluto colapso baskonista. A falta de 4.25 para la conclusión del choque el cuadro vitoriana mandaba en el luminoso (78-81) y trasladaba buenas sensaciones. Sin embargo, a partir de ese momento se le apagaron todas las luces y, uno tras otro, fue desperdiciando todos los ataques de que dispuso. Pérdidas de balón, tiros mal seleccionados, errores incomprensibles... En definitiva, una sucesión de despropósitos que, como era de esperar, el Efes no desaprovechó en absoluto.

De esta manera, la escuadra turca comenzó a sumar puntos con excesiva facilidad. Primero para recuperar el mando en el marcador y, a renglón seguido, para ir amasando una tranquilizadora renta que le garantizó el triunfo. El castigo se prolongó sin tregua hasta completar el hiriente parcial de 17-3 que llevó el resultado global hasta el 95-84. Solo entonces, a falta de poco más de veinte segundos para el final y cuando no tenía ninguna trascendencia para la suerte del choque, fue capaz el Baskonia de anotar una canasta (Mike James). En definitiva, un derrumbe de cuatro minutos que resultó irrecuperable.