VALENCIA - El juego entre el base y el pívot es una de las grandes claves ofensivas de la historia del baloncesto y lo sigue siendo, de manera mayoritaria, en la actualidad. Si un entrenador cuenta con un director de juego que tenga una buena lectura y capacidad para conectar con el hombre grande, tiene mucho resuelto ya en su ataque. El juego del dos por dos a través del bloqueo directo y la continuación, el tan manido pick and roll, es el punto de partida de muchos sistemas y también una forma sencilla de resolver un ataque atascado. Y por muchos años que lleve ejecutándose una acción tan sencilla en su desarrollo, encontrar un antídoto defensivo para frenarla sigue siendo extremadamente complicado. Por ahí, por su incapacidad para contener el juego de bloqueo y continuación del Valencia Basket, se desangró ayer el Laboral Kutxa en su primera derrota en Liga.

Pedro Martínez echó ayer mano de pizarra para castigar una y otra vez al Baskonia con la misma acción. Con los bases en posición frontal de cara a canasta, ordenó el bloqueo directo del pívot y liberó la zona de jugadores para la continuación inmediata del cinco hacia el aro. Una detrás de otra, las canastas sencillas del equipo taronja se fueron acumulando ante la ineficacia del Laboral Kutxa.

Los bases del Valencia, ya fueran Guillem Vives (seis asistencias) o San Van Rossom (siete pases de canasta), dieron ayer una lección de cómo se interpreta el pick and roll desde la dirección, lo mismo que hicieron Justin Hamilton (veinte puntos) y Bojan Dubljevic (trece tantos) en la resolución. Bloqueo directo, rápida continuación y pase medido del director para aprovechar la ventaja al no ser capaz el pívot baskonista de recuperar el sitio en el desajuste.

El equipo taronja castigó cual martillo pilón con esta acción a un Laboral Kutxa incapaz de encontrar soluciones a esos desajustes. Los problemas de movilidad de cincos como Ioannis Bourousis y Darko Planinic, que tras el flash de ayuda al base no fueron capaces de recuperar, facilitó la labor del Valencia, lo mismo que la ausencia de ayudas desde el lado débil o la débil presión al balón de los bases.

Pero no solo en la continuación hacia la canasta fueron decisivos Hamilton y Dubljevic, ya que en la ejecución del pick and pop abriéndose a la línea de 6,75 también resultaron muy dañinos con tres triples determinantes.