vitoria - Con una economía tocada, el Baskonia vive una realidad muy difícil que le obliga más que nunca a innovar en materia de fichajes, buscar un perfil de jugador hambriento de gloria y, sobre todo, apostar por la juventud. Hace tiempo que no hay espacio en su vestuario para las estrellas consagradas, las mismas que durante muchos veranos aterrizaban en el Buesa Arena a golpe de talonario. Salvo contadas excepciones, no figuran en el radar azulgrana aquellos jugadores inmersos en el ocaso de su carrera que tienen los bolsillos llenos de dinero o lo han ganado todo. Estrangulado por las limitaciones económicas, el club debe fíar ahora su suerte a un prototipo de fichaje menos maduro y talentoso pero con el firme deseo de ser alguien en el mundo de la canasta y con ganas de comerse el mundo. A la hora de convencer al objeto de deseo, se le ofrece la oportunidad como un trampolín inmejorable para encontrar más tarde un destino más lucrativo en un grande de la Euroliga o la NBA. Será lejos de Vitoria donde el interesado podrá hacerse rico.
Además de conformar un grupo más barato que en campañas precedentes, llama la atención el hecho de que la media de edad de la plantilla siga descendiendo de forma considerable. Tras la marcha de dos veteranos del Vietnam como San Emeterio o Begic, el Baskonia será uno de los conjuntos con menos canas de la próxima edición de la ACB y la Euroliga. Incluyendo al ahora lesionado Davis Bertans, apenas 24,7 años será la edad media que maneje Perasovic en los próximos meses. A priori, es un escenario favorable para que el preparador croata haga realidad su objetivo de edificar un Baskonia luchador, veloz, físico y predispuesto al sufrimiento para compensar su falta de talento.
Únicamente uno de los integrantes alcanza la treintena (Corbacho), siendo Causeur el segundo más veterano con un DNI ideal (28 años) para brindar un rendimiento satisfactorio. El aterrizaje del balear era indispensable para cumplir la legislación vigente, pero las restantes caras nuevas oscilan entre los 24 de los dos interiores (Anosike y Planinic) y los 25 de Blazic. Las restantes piezas de la vieja guardia todavía se encuentran a tiempo de crecer y dar un paso al frente en su rendimiento. Son los casos de Tillie (27), Hanga y Adams (26), James (25), Shengelia (23) e Ilimane Diop (20).
Más le vale que así sea a la directiva encabezada por Josean Querejeta para cuadrar los números rojos después de que este verano se haya saldado mucho tiempo después sin ningún traspaso millonario a otro club. Perasovic no sólo tiene encomendados objetivos a nivel colectivo -el billete para la Copa del Rey, el Top 16 de la Euroliga y las semifinales de la ACB-, sino también la imperiosa obligación de relanzar la carrera de alguno de ellos para que las arcas del Baskonia puedan ingresar un buen pellizco económico.
La inexperiencia quedará patente en algunos tramos de la temporada, pero es un riesgo que las altas esferas están dispuestos a correr en un momento como el actual. La afición no exige títulos, pero sí compromiso, sacrificio y ambición. Tres virtudes que este remozado equipo está obligado a mostrar sobre la pista.