Vitoria - Los veranos del Baskonia no se caracterizan por su tranquilidad, pero en estos meses de estío de 2015 esa continua sensación de que las puertas del club permanecen permanentemente abiertas tanto para las entradas como para las salidas no es tal. Las recientes renovaciones de Mike James y Colton Iverson propician que ocho jugadores -además de los dos citados, Fabien Causeur, Dairis Bertans, Adam Hanga, Tornike Shengelia, Kim Tillie e Ilimane Diop- que ya militaran en el Laboral Kutxa la pasada temporada tengan contrato en vigor para el curso 2015-16. Una cifra a la que incluso se le podría añadir un nombre más si finalmente en canterano Tadas Sedekerskis se suma a la primera plantilla, una cuestión que se dirimirá en los próximos meses. En estos momentos, por raro que parezca, en el Buesa Arena rezuma la estabilidad. Pero parece tremendamente complicado que la calma que reina en estos momentos se mantenga inalterable a lo largo de los próximos meses y todo hace indicar que los nombres de los componentes de la actual plantilla variarán bastante con respecto a los que comenzarán la nueva temporada allá por el mes de octubre. De momento, más allá del relevo en el banquillo con la llegada de Velimir Perasovic, el nuevo proyecto habla de continuidad, aunque habrá que esperar todavía bastante tiempo para comprobar si es una sensación real o tan solo aparente por las circunstancias actuales del mercado.
En el caso del Baskonia una máxima siempre es repetida, la presencia en el mercado es constante. Tanto para los posibles fichajes como para probables traspasos. Y precisamente es este segundo precepto el que ahora se atisba en el horizonte. Desde hace años, Josean Querejeta ha convertido a su club en el vendedor por excelencia y no ha habido verano entre los últimos -y también en el transcurso de la temporada, como ocurrió recientemente con Thomas Heurtel- en el que no haya abierto las puertas de salida del club a aquellos jugadores que llegaban con ofertas jugosas para las arcas vitorianas. No en vano, esos pagos por los traspasos han sido una de las mayores fuentes de financiación de la entidad azulgrana.
Precisamente por su carácter vendedor, y por las circunstancias de la actual plantilla, todo hace indicar que la continuidad de ocho jugadores del pasado curso no se va a mantener cuando la competición arranque. Bertans, con su magnífico despuntar a lo largo del curso, se había convertido en la gran opción de negocio e incluso desde la prensa catalana se señaló que el Barcelona firmó un precontrato con el alero letón. Pero cualquier posibilidad de especular saltó por los aires con la grave lesión que sufrió en Milán y que le mantendrá alejado de las canchas presumiblemente hasta enero de 2016. Todavía en fase de recuperación, las opciones de vender a Bertans son prácticamente nulas y su presencia en el club supone una traba a la hora de confeccionar el nuevo proyecto.
Con la imposibilidad de traspasar al letón, las puertas de salida están abiertas para cualquiera que se presente con una oferta que satisfaga las pretensiones de Querejeta. En esa tesitura hay que encuadrar la ejecución de las renovaciones de James e Iverson, un par de jugadores que pueden tener pretendientes en el mercado y que podrían suponer una jugosa fuente de ingresos al mismo tiempo que no descuadrarían las cuentas del Laboral Kutxa en el caso de seguir en Vitoria.
Más dificultades de negocio presenten el resto de componentes de la actual plantilla baskonista, ya que todos ellos cuentan con sueldos bastante elevados para lo que se estila en estos momentos. Aunque, llegado el caso, tampoco pueden descartarse salidas solo a cambio de rebajar la masa salarial del grupo.
De momento, con el único fichaje de Alberto Corbacho, la estabilidad reina en el Baskonia. Aunque parece que no durante demasiado tiempo.