vitoria - El Andorra consumó el pasado verano un milagro de proporciones bíblicas que no tiene visos de reeditarse este verano con dos modestos equipos (Burgos y Ourense) predestinados a estrellarse contra un muro de hormigón. Salvo para quien tenga abonado el canon de entrada, los requisitos que permiten concretar el ascenso a la ACB procedente de LEB Oro son leoninos. Dar el salto a una de las competiciones de mayor nivel mundial implica recorrer dos trayectos. Aunque parezca mentira, el económico es mucho más laborioso que el deportivo visto los últimos precedentes.
Y es que aquel equipo que desea ingresar en la élite nacional sufre sudores fríos a la hora de reunir el dinero necesario. O se vuelcan las instituciones locales y acuden a su rescate los patrocinadores privados, algo inviable hoy en día en el deporte de la canasta, o su suerte está echada. El primer obstáculo son los tres millones más IVA por el canon de entrada, además de otro 1,5 por el canon de ascensos y descensos. La guinda final es el importe de la parte alícuota de su participación patrimonial de la ACB, sin obviar un pabellón con un aforo para, al menos, 5.000 espectadores.
El Burgos aún no ha dado una respuesta afirmativa y puede ver cómo por tercer verano consecutivo se esfuma la posibilidad de satisfacer su propósito. Pretende abonar los cerca de 7 millones a plazos, algo que carece del visto bueno de la ACB. El Ourense está algo más despejado porque, al haber jugado ya en el torneo, tiene pagado el canon y de ese apartado solo debe abonar 770.000 euros correspondientes a la actualización de la cifra que desembolsó en su momento. En su caso, son alrededor de 2,2 millones, una cifra igualmente desorbitada. El pabellón, al igual que en el caso del Burgos, no es un problema.
Ambos clubes deben dar una respuesta antes del 15 de junio, día en el que el Gipuzkoa Basket y el Fuenlabrada recibirían una invitación por parte de la patronal si castellanos y gallegos renuncian. Aunque Francisco Roca -el presidente de la ACB- ha transmitido su preocupación por esta situación y ha prometido que habrá cambios en el modo de poder financiar los clubes los diferentes pagos, todo hace indicar que el Baskonia se medirá la próxima temporada a los mismos rivales que en esta edición aún en juego.