Vitoria - Era un secreto a voces que definitivamente ha cogido forma. Sergio Scariolo iniciará en breve su segunda etapa al frente de la selección española en busca de la ansiada plaza para los Juegos Olímpicos de Brasil. La noticia no ha adquirido todavía rango de oficial, pero el casting llevado a cabo por José Luis Sáez ha concluido con la elección del italiano. Por tanto, será la vuelta a las banquillos de un técnico que decidió tomarse un año sabático después de que Josean Querejeta prescindiera el pasado verano de sus servicios en Vitoria.

Tras el decepcionante rendimiento del Baskonia, el máximo dirigente azulgrana desestimó su continuidad para esta temporada, si bien la fulminante determinación de que no cumpliera su segundo año de contrato le ha obligado a tener que hacer frente a una onerosa indemnización cifrada en 400.000 euros. El de Brescia, cuyo discurso victimista y sus constantes excusas levantaron ampollas en las altas esferas, salió por la puerta de atrás del Buesa Arena acusado básicamente entre bambalinas de haber perdido su motivación para comandar proyectos de altos vuelos.

Varios hechos se han confabulado para este reencuentro que, en realidad, no ha sorprendido a prácticamente nadie. La absurda norma que impide en la actualidad a los entrenadores que tengan relación contractual con algún equipo de la ACB asumir el cargo de seleccionador tachó de las quinielas desde un principio a dos aspirantes claros como Pablo Laso (Real Madrid) o Joan Plaza (Unicaja). La inmejorable relación con José Luis Sáez, sumada a la buena aceptación entre los jugadores importantes que militan en la NBA, también han resultado determinantes para que el regreso del transalpino se haga efectivo. En principio, el acuerdo suscrito entre las dos partes se extiende por dos años.

Cabe recordar que el cargo había quedado vacante tras la destitución encubierta de Juan Antonio Orenga. El estrepitoso fracaso del equipo nacional en el pasado Mundial, concretado tras la eliminación en cuartos de final ante Francia, condenó a un novato sobre el que llovieron toda clase de críticas. Desde entonces, la Federación abrió un plazo para la reflexión que ha culminado ocho meses después con la vuelta de Scariolo. Gracias a una plantilla de ensueño, España se proclamó durante la primera etapa del italiano dos veces consecutivas campeona de Europa -en los eventos celebrados en Polonia en 2009 y en Lituania en 2011-, terminó sexta en el Mundial de Turquía de 2010 y cosechó la medalla de plata en los Juegos de Londres en 2012.

La búsqueda de una plaza olímpica para Brasil constituirá el principal desafío de Scariolo, cuya capacidad de persuasión estará a prueba en los próximos meses para evitar la masiva deserción de las estrellas de la NBA. Para poder defender el subcampeonato conseguido en tierras británicas, España es consciente de que deberá llegar a la final del próximo Europeo o, en caso de quedar entre el tercer y sexto puesto, disputar el Preolímpico.

De momento, la selección no contará para dicha cita continental con Ricky Rubio, convaleciente de su operación de tobillo. Otros ilustres que han brindado inolvidables jornadas de gloria como José Manuel Calderón, Juan Carlos Navarro o Serge Ibaka también podrían renunciar por sus problemas físicos. Si el pívot de los Thunder causa baja, el elegido para ocupar la plaza de nacionalizado no es otro que un Nikola Mirotic que nunca ha competido con la absoluta al sentirse segundo plato.