vitoria - Ha llegado de puntillas al Baskonia pero no está dispuesto a que su paso por la entidad de Zurbano se limite a un abrir y cerrar de ojos. Pese a ser plenamente consciente de que su perfil no es ni mucho menos el que esperaban los aficionados azulgranas para suplir la baja del lesionado Bertans, el joven islandés Haukur Palsson confía plenamente en sus capacidades y está dispuesto a entregar hasta la última gota de energía por hacerse con un sitio en el vestuario del Buesa Arena. De momento se limita a entrenar con el grupo pero, tras la lesión de Fernando San Emeterio, ni mucho menos resulta descabellado pensar que el domingo pudiera estrenarse oficialmente ante el CAI Zaragoza.

Esa es al menos la meta con la que enfoca su trabajo a las órdenes de Ibon Navarro desde el pasado martes”. Estoy contento de estar aquí y quiero trabajar duro. Es una gran oportunidad para mí y necesito aprovecharla. Voy a hacer todo lo que pueda, cualquier cosa que esté en mi mano, para estar aquí, ayudar al equipo y mejorar”, argumentaba ayer como contundente declaración de intenciones.

Y es que el espíritu indómito que habitualmente se atribuye a las personas con su procedencia parece cumplirse a rajatabla en esta oportunidad. “Soy un vikingo”, sostiene como mejor definición posible de lo que pueden esperar de él los aficionados del Laboral Kutxa si finalmente consigue que el club le dé de alta en la competición liguera.

Adentrándose un poco más en los ámbitos estrictamente baloncestísticos, el islandés no tiene reparo alguno en advertir que su juego no guarda apenas parecido con el del hombre que, al menos en teoría, ha venido a sustituir. “Yo no soy un jugador como Bertans, soy como Haukur”, apunta.

¿Y cómo es ese Haukur? Pues a juicio del propio interesado, bastante completo. “Puedo aportar trabajo duro, defensa y coger rebote. Pienso que soy un defensor sobre todo. Además cojo rebotes, hago tiros, paso la pelota... Un poco de todo, pero pienso que más defensor que otra cosa”, analiza.

En cualquier caso, Palsson sabe a la perfección que sus aspiraciones no son ni mucho menos sencillas de colmar y que tiene por delante una prueba de lo más exigente. “La idea es trabajar y disfrutar. No es mi decisión pero yo voy a hacer todo lo que pueda para hacerles la decisión más fácil y que me pueda quedar. He jugado en la ACB dos años antes y sé cómo funciona. Sé que si no estás a tope no juegas”, reconoce. Actitud desde luego no le falta y quizás pueda ser ese precisamente su principal aliado en esta aventura. “Estoy con mucha ilusión”.

Unas ganas que pueden tener un inesperado aliado en la desgracia ajena. Porque por si no fuera ya suficiente contratiempo la rotura de ligamento que mantendrá a Bertans en el dique seco no menos de seis meses, el problema muscular que afecta a Fernando San Emeterio provoca que la cuerda exterior baskonista se encuentre actualmente bajo mínimos para afrontar una fase definitiva del campeonato liguero.

Al margen de la mayor carga de minutos para Shengelia de tres y Tillie de cuatro, esta acumulación de percances puede convertirse en el empujón que definitivamente abra la puerta del Baskonia para Haukur Palsson, el vikingo.