vitoria - Sin temor a equívocos, es la última bala en la recámara azulgrana. Si la velada sale torcida, existirá un elevado número de probabilidades de que la Euroliga se despida del Buesa Arena hasta la próxima temporada. El Baskonia debe ganar sí o sí esta noche al Fenerbahce con el fin de prolongar su sueño europeo. En caso contrario, quedará un día más tarde en las manos del Emporio Armani para llegar vivo a la última jornada del Top 16. De sucumbir ante el pujante Fenerbahce de Zeljko Obradovic, a los vitorianos no les quedará otro remedio que suspirar por la machada de los transalpinos ante el Anadolu Efes en el Abdi Ipekçi de Estambul. Algo nada fácil y un resultado con el que pocos cuentan a día de hoy, si bien la fragilidad del conjunto de Dusan Ivkovic y el talento de los exteriores lombardos ya han quedado acreditados en esta segunda fase.

Bien haría, en cualquier caso, el Laboral Kutxa en mirarse su propio ombligo y no prestar excesiva atención al resultados de terceros ante el enorme desafío que le aguarda esta noche. Ganando hoy y la próxima semana en el Martín Carpena de Málaga, sólo la mala suerte evitaría su presencia entre los ocho mejores de la competición, pero Fenerbahce y Unicaja -líderes en Turquía y España- son dos conjuntos de la máxima dificultad ante los que no cabe dar síntomas de flaqueza. A corto plazo, rinde visita a la capital alavesa uno de los conjuntos más en forma de la Euroliga y a los mandos de un incansable depredador de títulos que parece haber encontrado la fórmula del éxito para, de una vez por todas, hacer de un conjunto turco un serio aspirante al reinado continental.

Nadie sabe lo que deparará el futuro y la competencia para izar el título será feroz a la hora de la verdad con otros favoritos como el CSKA, el Real Madrid, el Olympiacos o el Barcelona, pero este Fenerbahce impone mucho respeto y cuenta con una excelente nómina de jugadores a los que Obradovic ha convertido en un solvente colectivo. Prueba de ello es que permanece imbatido a domicilio en este Top 16 habiéndose impuesto, por ejemplo, en Moscú o El Pireo.

Empezando por ese killer mortal de necesidad en el perímetro llamado Goudelock, pasando por el veterano Zisis, otro efervescente anotador como el croata Bogdanovic, un purasangre como Vesely capaz de vivir por encima del aro y terminando en el exbaskonista Nemanja Bjelica, uno de los baloncestistas más determinantes del concierto europeo, posee todos los puestos perfectamente cubiertos. Acusado de no tener sangre y de indolencia en Vitoria hasta que Dusko Ivanovic se cercioró casi dos años después de que su posición ideal era la de cuatro abierto, el internacional plavi ha explotado definitivamente en Estambul con un rendimiento espectacular en todas las facetas. Sus números en este Top 16 son escalofriantes con ocho partidos en prácticamente dobles figuras.

déficit de centímetros Frente a este adversario tan imponente que acaba de sufrir un serio revés para sus aspiraciones con la grave lesión de Ricky Hickman y mantiene a Luka Zoric entre algodones, el Baskonia no deberá amilanarse y protagonizar un nuevo capítulo de su consabida solidez en el Buesa Arena. Pocos equipos se le están resistiendo últimamente en el recinto de Zurbano, donde su baloncesto dinámico y de elevadas revoluciones cobra una dimensión si cabe más notoria y saca a relucir el carácter que tanto se echa de menos en los desplazamientos.

Para hacer frente a un visitante tan atlético, poderoso y de un tamaño descomunal en las posiciones de tres, cuatro y cinco -algo que permite a Zeljko Obradovic realizar cambios automáticos en defensa-, el Baskonia parte sobre el papel en inferioridad de condiciones ante la sensible ausencia de Bertans. La presencia de Shengelia supone un alivio para Ibon Navarro, obligado a encontrar algún resquicio de debilidad en un Fenerbahce rebosante de músculo, talento y centímetros.

De salir airosos los alaveses de una cita tan comprometida, toda la presión recaería mañana sobre el Efes en su partido ante el Emporio Armani. Dado que los transalpinos todavía conservan opciones matemáticas para acceder a cuartos de final, los cerveceros no podrán permitirse ningún descuido si quieren esquivar un nuevo fracaso en su historia reciente. Ante la posibilidad de no degustar el mejor caviar hasta la próxima campaña, el Buesa Arena deberá rugir esta noche con más fuerza que nunca para llevar en volandas a sus gladiadores hacia un éxito de prestigio. Lo sucedido en la ida, con aquella derrota hiriente por un solitario punto de diferencia (91-90) tras dos suspensiones finales desperdiciadas por James y Bertans, pone de manifiesto que el Fenerbahce tampoco es alguien de otra galaxia con todo su elenco de estrellas.