vitoria - El tránsito del Baskonia en la presente edición de la Euroliga ha estado repleto de duelos decisivos y esta noche afronta una nueva final. Si bien es verdad que no hay un título en juego, lo cierto es que el encuentro ante el Olympiacos puede marcar muy significativamente su futuro en la competición. Una derrota dejaría al conjunto de Ibon Navarro muy tocado y con cada vez menos opciones de acceder a la ronda de cuartos de final pero, por el contrario, una victoria le acercaría de manera considerable a ese objetivo. Bien es verdad que ni mucho menos será definitivo esta noche en el Buesa Arena -especialmente en el caso de triunfo local- pero de ninguna manera se puede ocultar la trascendencia de la contienda.
Un choque en el que el invitado es nada menos que uno de los grandes transatlánticos continentales. Porque aunque en los últimos años el Olympiacos ha podido perder algo del glamour que le acompañaba en décadas pasadas, sus resultados no han perdido ni un ápice de brillo. Así lo confirman las dos Euroligas conquistadas en 2012 y 2013 sin ser ni mucho menos uno de los grandes favoritos a hacerse con el título. Una línea que conserva en el ejercicio actual, en el que mantiene actualmente una encarnizada lucha con CSKA de Moscú y Fenerbahce por hacerse con la primera posición del grupo F en este Top 16. En estos momentos los tres presentan un balance idéntico de ocho victorias y dos derrotas que no les permite el más mínimo despiste si no desean verse descabalgados de las posiciones de privilegio. Por lo tanto, está claro que la escuadra griega comparecerá en el Buesa Arena dispuesta a hacer todo lo posible por añadir una nueva muesca a su expediente de víctimas.
Claro que, en esta oprtunidad, no podrá contar con el que sin duda es su principal argumento. El base Spanoulis, su gran estrella, no ha podido superar las molestias que arrastra y ni siquiera ha viajado a Vitoria (donde tampoco estarán Petway y Tsairelis). Estas ausencias es evidente que reducen el potencial del Olympiacos pero ni mucho menos pueden provocar la confianza del Baskonia. Porque el fondo de armario del plantel heleno es lo suficientemente importante como para continuar siendo una peligrosa amenaza para cualquiera a pesar de las bajas.
Por lo tanto, el Laboral Kutxa tendrá que volver a ser el de las mejores ocasiones si quiere tener opciones de deshacerse del coloso griego. Con el concurso de Shengelia -que continúa sancionado en la ACB- y la ausencia del lesionado Hansbrough, el conjunto vitoriano tratará por todos los medios de imprimir al partido el ritmo que más le conviene. Y es que esa es precisamente una de las grandes virtudes del Olympiacos, que es capaz de llevar los encuentros a su terreno desactivando las virtudes del oponente de turno. El apoyo del Buesa, donde el Baskonia ha conseguido hacerse fuerte en los últimos tiempos, volverá a ser fundamental para luchar por un triunfo que lleva aparejado el premio a la vuelta de la esquina.