Vitoria - Tornike Shengelia comenzó a cumplir ayer una sanción que se prevé que se extienda durante unos cuantos partidos y el Laboral Kutxa echó de menos las cualidades del georgiano, un jugador que desde el ala-pívot suele aportar muchos puntos a través de penetraciones que acaba con fuerza bajo el aro y también le llevan a forzar muchas faltas personales. Esa capacidad para irrumpir en la zona rompiendo a base de velocidad y fuerza desde el perímetro es una de las armas ofensivas mejor explotadas por el Baskonia y ayer se echó en falta esa capacidad del cuatro para aprovechar los espacios que abren en la zona los tiradores y sus sustitutos apenas se dedicaron a permanecer casi siempre fuera del arco del lanzamiento de tres puntos, esperando a que el balón les llegase a las manos para lanzar al responder a un perfil más ejecutor, diferente al de su compañero, que es capaz de desequilibrar con el balón en su poder.

Ibon Navarro apostó de inicio, lógicamente, por el único cuatro puro aparte de Shengelia, Kim Tillie. En su tónica habitual de los últimos partidos, un tanto más grises que anteriormente donde fue una pieza muy importante, el francés permaneció durante muchos minutos prácticamente invisible sobre el parqué, aunque en un primer cuarto que jugó completo acabó aportando cinco puntos con un triple y una canasta bajo el aro.

Eso sí, durante el primer período su relevancia en el juego ofensivo fue escasa. La tendencia al juego uno contra uno de los exteriores y su presencia siempre abierta en el perímetro propiciaron que su incidencia en ataque fuera mínima, mientras que su nivel defensivo estuvo al mismo mal nivel que el resto de sus compañeros, además de cometer algunos de sus habituales despistes.

En el segundo cuarto llegó la solución de emergencia ante la baja del sancionado Shengelia. La opción de utilizar como falso interior a Bertans ya había sido utilizada puntualmente con anterioridad, pero ayer el letón hubo de amoldarse de la posición de manera constante. Eso sí, no se notó demasiado cambio con respecto al estilo de juego habitual del alero báltico, quien en todo momento realizó sus movimientos buscando los bloqueos para sacar ventaja en la circulación por la línea de fondo para sus lanzamientos triples. Convirtió uno de sus intentos, pero volvió a mostrarse excesivamente ansioso con algún tiro innecesario y en defensa tampoco fue capaz de aportar nada positivo.

Tras la lectura de cartilla de Ibon Navarro en el vestuario tras una primera parte de un nivel pésimo, fue precisamente Tillie el termómetro que marcó la mejoría baskonista tras el descanso. El galo fue pieza fundamental en una mejorada defensa y su actividad y movilidad atrás propició que la intensidad subiese unos cuantos grados. En esos instantes, sacó a relucir su ya característica habilidad para adelantarse en la lectura de las jugadas y aprovechar así su velocidad para meter la mano y recuperar unos cuantos balones. Además, en ataque sus compañeros le buscaron con mayor asiduidad al adentrarse en la zona y logró anotar cuatro puntos debajo de canasta.

La reaparición de Bertans supuso de nuevo la caída del equipo en la atonía, la misma que en los últimos partidos arrastra el letón, demasiado acelerado y falto de acierto. Por ello, fue Tillie el elegido para cerrar el primer partido sin un Shengelia al que se echó en falta, aunque el galo brilló con 16 de valoración.