Vitoria - Dicen que el dinero no da la felicidad. Por lo visto en las últimas ediciones, tampoco otorga el ansiado título de la Euroliga. Si no que se lo pregunten al CSKA, el inminente forastero en el Buesa Arena que totaliza ya seis campañas de sinsabores dentro de la máxima competición. Dispuesto a recuperar un cetro continental que no saborea desde 2008 en la edición de Madrid, para lo cual tuvo que superar con ayuda arbitral al Baskonia en una polémica semifinal y posteriormente al Maccabi en la final, sus rectores han enloquecido tirando la casa por la ventana con una inversión astronómica que está desatando la envidia entre unos adversarios atónitos y perplejos.

Aunque el club del Ejército Rojo nunca ofrece las cifras de su presupuesto, una filtración de un periódico ruso antes del arranque de este ejercicio sirvió para desvelar la gran incógnita. Se mueve por encima de los 44 millones, la mayoría sufragados por Norilsky Nickel, la mayor productora mundial de níquel y paladio cuyo volumen de negocio asciende a 7.200 millones de euros anuales. Jamás algún participante de la Euroliga ha manejado tanto dinero como el actual CSKA, que acaba de hacer hueco en su faraónico proyecto al mediático Andrei Kirilenko con el fin de refrendar su favoritismo en un torneo donde viene de cosechar dos derrotas consecutivas ante el Olympiacos y el Fenerbahce.

Una tercera en Vitoria dejaría muy tocado a Dimitris Itoudis, la sorprendente apuesta de Andrey Vatutin para iniciar una nueva era tras el adiós de Ettore Messina. La espectacularidad del galáctico proyecto del CSKA se entiende muy fácil. Con los astronómicos sueldos de sólo tres de sus estrellas -Teodosic (2,5 millones de euros netos), Nando de Colo (2,2) y Sasha Kaun (1,8)- se podría pagar seguramente a los doce jugadores que conforman la actual plantilla del Baskonia.

El conjunto ruso aterriza hoy en Foronda en un vuelo chárter, uno de los muchos lujos que puede permitirse un clásico de la Euroliga que siempre goza de la protección del estamento arbitral. En la retina de los aficionados azulgranas permanece imborrable el escándalo protagonizado por Christodolou, Ankarali y Vojinovic en el cuarto duelo del play off de cuartos de final que puso en bandeja su billete para la Final a Cuatro de Londres en 2013.

Su opulencia llama la atención teniendo en cuenta los pobres ingresos derivados de la venta de entradas -su pabellón del Universal Sports Hall registra unas paupérrimas medias de asistencia- y los derechos televisivos ante las testimoniales audiencias en Rusia. Afortunadamente, no siempre gana el más rico y el Baskonia hará bien en sacudirse los complejos ante un rival al que tuteó durante la segunda parte del enfrentamiento de la ida.