Vitoria - La defensa ha sido el gran caballo de batalla del Laboral Kutxa a lo largo de toda la temporada, pero en la visita al Pabellón Príncipe Felipe el equipo baskonista tocó fondo en este sentido incrementando sus males a la máxima expresión. Hasta ayer, encajaba el conjunto vitoriano una media de 88 puntos en sus desplazamientos en la Liga ACB, saldados todos ellos con derrota. La máxima anotación en contra fueron los 93 puntos que los azulgranas recibieron en las canchas del Herbalife Gran Canaria y del UCAM Murcia. Las dos cifras quedaron superadas ayer de manera muy amplia en un partido desastroso desde el punto de vista defensivo. Hasta los 105 puntos se fue un CAI Zaragoza que se encontró con enormes facilidades para encontrar el camino hacia el aro, completamente despejado en casi todos sus ataques. Una película repetida una y otra vez cuando al Baskonia le ha tocado ejercer de viajero en la ACB. Con semejante cantidad de tantos encajados, ganar a domicilio es prácticamente imposible. Séptima derrota liguera a domicilio -el único equipo que no ha ganado fuera después de la victoria de ayer del Manresa en Sevilla- y la asunción de que la presencia en la Copa de Las Palmas es prácticamente imposible.

En Barcelona y Andorra se encajaron 87 puntos. El tope de 93 se alcanzó en Las Palmas y se repitió en Murcia. En Valencia se recibieron 85 tantos y la mínima se encajó en Badalona, con 83. La media hasta ayer era de 88, totalmente sonrojante ya de por sí. Pero casi positiva si se compara con los 105 puntos recibidos en Zaragoza, 17 por encima de una media que ya era alarmante.

Que el Laboral Kutxa es un equipo que defensivamente tiene unas carencias muy graves es una evidencia que ya estaba sobre la mesa antes del descalabro de ayer. Las facilidades que encuentran los oponentes para desbordar y sacar ventajas en el uno contra uno o para hallar lanzamientos liberados tras los bloqueos es repetitiva. Ayer el CAI castigó con más crudeza todavía esos males, controlando el duelo de cabo a rabo y sin llegar a sufrir en ningún momento a pesar de la tremenda capacidad anotadora de un Laboral Kutxa que se mantuvo agarrado, aún en la distancia, en el marcador a base de acierto.

Precisamente en el acierto hay que encontrar la razón de que el equipo de Joaquín Ruiz Lorente se superase el centenar de puntos. Un 60% de acierto en tiros de dos (30/50), un 53% en triples (8/15) y un 91% desde el tiro libre (21/23). De nuevo muchas canastas concedidas en las inmediaciones del aro, lo que propicia un acierto en el tiro muy elevado, y excesivas faltas que llevaron al rival a lanzar muchos tiros libres.

La pus en escena, como luego se encargó de señalar Ibon Navarro, fue excesivamente blanda y propició que el CAI anotase 29 puntos en el primer cuarto. Una cifra inconcebible que le sirvió al cuadro maño para manejar una renta que fue ampliando durante todo el partido para acabar firmando un cuarto final todavía más redondo con 30 puntos que impidieron siquiera soñar.