vitoria - Ahora que su continuidad en la élite continental podría estar en entredicho si no endereza su maltrecho rumbo y se clasifica para el Top 16 en las cuatro jornadas que restan para la conclusión de la primera fase, el Baskonia tiene un sobrado motivo para sacar pecho y decir a los dirigentes de la Euroliga una especie de ‘aquí estoy yo’. El club vitoriano, uno de los pocos que ha tomado parte hasta ahora en todas las ediciones de la máxima competición desde su bautismo en el año 2000 y el segundo con más partidos disputados en las quince ediciones con la friolera de 309 -únicamente el Barcelona le precede en esta estadística-, conseguirá mañana un hito histórico ante el Olympiacos en el Buesa Arena. Le bastan únicamente 30 puntos para ser el primero en alcanzar la mágica cifra de los 25.000 en el torneo.

Ni los todopoderosos Barcelona (24.895), Maccabi (24.617) y Olympiacos (24.353), por no hablar del Real Madrid, CSKA o Panathinaikos, otros clásicos con las vitrinas plagadas de coronas, tendrán el honor de firmar un registro espectacular que básicamente premia la regularidad y consistencia de los numerosos proyectos que conforman hoy en día la Euroliga. Salvo sorpresa, será este Laboral Kutxa venido algo a menos pero con un palmarés más que respetable el primero en sobrepasar la barrera tras promediar hasta ahora una excelente media de 80,80 puntos en cada una de sus apariciones europeas.

Pese a su triste pérdida de pujanza en los últimos tiempos, no cabe duda de que el conjunto vitoriano ha sido por antonomasia uno de los grandes animadores del evento más glamouroso en el mundo de la canasta. Nunca ha izado el título, pero ello no es óbice para ponderar una trayectoria óptima. De hecho, alguna de las actuaciones más épicas que se recuerdan llevan su firma. Se le escurrió la gloria de las manos en mayo de 2001 en la final ante el Kinder Bolonia o durante las cuatro Finales a Cuatro consecutivas (Moscú, Praga, Atenas y Madrid) en el dorado ciclo comprendido entre 2005 y 2008. La Euroliga auspiciada por Jordi Bertomeu no se hubiese entendido desde su nacimiento sin la presencia del inquilino del Buesa Arena, uno de los trece clubes que posee en la actualidad el mayor tesoro de la licencia A.

oberto inicia la cosecha De hecho, Josean Querejeta ha dado cobijo a los mejores jugadores que pulularon en la Euroliga antes de emigrar a la NBA. Fabricio Oberto, uno de ellos, fue el encargado de inaugurar el marcador el 18 de octubre del 2000 en la ajustada derrota (62-60) cosechada por el extinto TAU Cerámica ante el Cibona VIP. El argentino integraba una de las mejores plantillas de que ha dispuesto la entidad a lo largo de su historia. En la primera temporada de Dusko Ivanovic como capataz en el banquillo, Bennett y Corchiani integraban la dirección, Timinskas, Stombergas, Foirest y Vidal destapaban el tarro de las esencias en el perímetro, mientras que Scola, Alexander, el citado Oberto y Dani García configuraban una pintura solvente. Únicamente el rutilante Kinder de Ginobili, Smodis, Rigaudeau, Griffith, Andersen, Smodis y compañía privó a aquel fabuloso grupo de subir a los altares.

El millar de puntos se alcanzó esa misma campaña, concretamente el 28 de febrero de 2001 en el partido de vuelta (98-76) correspondiente a la eliminatoria de cuartos de final ante el Olympiacos resuelta por la vía rápida. El honor recayó en un mayúsculo tirador como Saulius Stombergas, que convirtió la canasta del 12-8 en un contragolpe cobrándose además la falta del alero griego Dimitrios Papanikolau.

Otras anotaciones históricos llevaron la firma de Casey Jacobsen y Mirza Teletovic. Mediante el triple que colocaba a los alaveses a cinco puntos en el marcador (64-59), el exterior californiano -retirado desde mayo de este año tras militar los últimos cinco ejercicios en el Brose Baskets alemán- firmó el punto 10.000 el 1 de marzo en un choque del Top 16 ante el CSKA. El francotirador bosnio, por su parte, subió el punto 20.000 -logrando el 47 de aquel encuentro- ante el Nancy el 10 de noviembre de 2011.

El ahora jugador de los Brooklyn Nets ocupa precisamente un lugar privilegiado dentro del Top 5 de anotadores baskonistas en la Euroliga. Con sus 1.483 puntos, el cuatro nacido en Mostar se ha encaramado al segundo lugar de esa tabla. Eso sí, se encuentra a una considerable distancia de Luis Scola, posiblemente el jugador más importante en la historia del club que ostenta un récord muy difícil de sobrepasar.

El ala-pívot argentino se fue hasta los 2.054 tantos durante sus siete años de militancia en Vitoria. En ellos, se hinchó a pasear sus movimientos de bailarín bajo los aros y formar una conexión diabólica con Pablo Prigioni en el pick and roll. Muy fino tendrá que hilar alguien, además de vestir la elástica azulgrana durante mucho tiempo, para desbancarle en el futuro. Por detrás de ambos se mantienen otros dos iconos como Tiago Splitter (1.436) y Andrés Nocioni (1.311). Fernando San Emeterio, el integrante más longevo del actual plantel vitoriano, es el quinto con 1.197 puntos.

En estos quince años de alegrías y decepciones continentales, el Laboral Kutxa también presume de otro dato estelar. De las mejores anotaciones individuales a lo largo de la historia, cuatro corresponden a sus jugadores. Macijauskas endosó 40 puntos al Asvel francés en 2003, Stombergas ajustició en 2001 al AEK griego con aquel inolvidable 9 de 9 en triples en el partido que ordenó repetir el Juez Único José Manuel Meirim tras la canasta fuera de tiempo a cargo de Dikoudis, Nocioni silenció el pasado curso el Palau Blaugrana con sus 37 puntos y, por último, Scola destrozó en 2006 la resistencia del Bamberg alemán con 36.

fabricio oberto. El poste argentino, que llegó a la capital alavesa de la mano de Julio Lamas al poco de que éste aterrizara en el banquillo azulgrana tras la fulminante destitución de Salva Maldonado, tuvo el privilegio de firmar la primera canasta del Baskonia en la Euroliga. Fue el 18 de octubre de 2001 en el Drazen Petrovic Basketball Hall, donde tuvo lugar una ajustada derrota (62-60) ante un histórico como el Cibona. Oberto integraba una de las mejores plantillas con las que ha contado el Baskonia en su historia, con Bennett, Corchiani, Stombergas, Timinskas, Foirest, Scola y Alexander, entre otros. Todos ellos, en manos del sargento de hierro Ivanovic.