Vitoria - Tras dos derrotas consecutivas ante el Valencia Basket y el Estrella Roja que acabaron con la paciencia de Querejeta y precipitaron la fulminante destitución de Marco Crespi, al Baskonia le ha llegado la hora de reconducir el rumbo en la Euroliga. Esta tarde-noche se la juega en Klaipeda en un partido con aroma a final. Su futuro continental depende en buena medida de la suerte que corra ante el Neptunas, un cordero con piel de lobo que en casa eleva de forma exponencial su rendimiento y está rebelándose contra los pronósticos que le catalogaban como la cenicienta del grupo D.
Sin temor a equívocos, serán los cuarenta minutos más importantes desde el inicio de la temporada. Si en la ACB todavía queda tiempo para rectificar errores, fuera de las fronteras el margen de error se ha reducido a la mínima expresión. Una nueva derrota encarecería el billete hacia el Top 16 teniendo en cuenta el exigente calendario de las próximas jornadas. Sin ir más lejos, aguardan a corto plazo la llegada del Olympiacos y otro comprometido desplazamiento a Estambul.
Con el posible estreno de Mirza Begic, la última cara nueva de un plantel inestable en el que la ida y venida de jugadores repercute negativamente en la consecución de una cierta estabilidad, el Laboral Kutxa buscará dar la réplica a un rival temible al calor de su público. El Neptunas, plagado de nombres anónimos, ha puesto en jaque a todos los visitantes que han ido desfilando sucesivamente por el Svyturio Arena. Perdieron el Estrella Roja y el Valencia Basket, mientras que el Olympiacos precisó de una prórroga para derribar su feroz resistencia.
“Su filosofía de juego es diferente en casa. Su acierto es mucho mayor, también la confianza y el empuje con el que juegan. Ni estamos muertos ni estamos clasificados para el Top 16 si ganamos allí. Todos los equipos del grupo tenemos las opciones de clasificarnos y creo que esto va a ser todavía muy largo”, reconoció ayer Ibon Navarro.
Los bálticos, que presentan la novedad de Keith Benson respecto a la ida, cimentan su éxito en la aportación de sus integrantes locales. Sobresalen especialmente Zavackas, Gailius, Mazeika y Galdikas, todos ellos dirigidos por el exbaskonista Shakur. Será una buena oportunidad para comprobar las novedades tácticas introducidas por el preparador vitoriano, que aboga por una ofensiva más pausada. “No vamos a perder las cosas buenas que teníamos tanto en ataque como en defensa. Quiero que el equipo empiece a defender pronto e intente llegar al final de las posesiones”, anunció.