vitoria - Ralph McPherson, apodado Raphael por la hinchada baskonista, fue otro de los destacados protagonistas del crecimiento del Baskonia a finales de los años 80. Este ala-pívot de 2,05 metros de altura, procedente de Texas y dotado de una excelente mecánica de tiro, era también un jugador muy eficiente bajo los aros gracias a una variedad de recursos técnicos con los que sabía sacar ventaja por su altura y envergadura ante sus rivales. Compartió cancha y minutos -casi siempre los 40 reglamentarios- junto a Pablo Laso, Alberto Ortega, o Larry Micheaux, con el que formó pareja norteamericana durante dos temporadas y con quien se complementó a la perfección en los puestos interiores. Tanto que fue capaz de exhibirse ante el Real Madrid de Petrovic y Fernando Martín con 31 puntos o endosarle 43 tantos al Forum Valladolid ya en sus primeros encuentros con la camiseta del Taugrés.

McPherson vino al mundo el 9 de diciembre de 1958 en Arlington (Texas), ciudad situada en el área metropolitana de Dallas, reconocida por ser la sede de los famosos Dallas Cowboys de fútbol americano y también de los Texas Rangers de béisbol. Su trayectoria deportiva comenzó a tomar impulso en el instituto Arlington High School. Acabada su formación en secundaria y sin desplazarse no más de 500 kilómetros pasó a la Universidad de Texas Tech, donde apenas tuvo ocasiones para demostrar su valía ni contó con la plena confianza de un técnico como Gerald Myers. Al finalizar su segundo curso, decidió volver a su ciudad natal para proseguir sus estudios en la Universidad de Texas Arlington y jugar para su equipo, los Mavericks, nombre por el que era reconocido el equipo universitario de baloncesto mucho antes de que surgiera la franquicia de Dallas en la NBA que tomó ese apelativo.

Pruebas en knicks y san Antonio El impacto que tuvo McPherson en esta modesta universidad fue más que positivo. En su primera campaña, la 80/81, disputó el prestigioso campeonato NIT sin llegar a sobrepasar la primera ronda al caer ante South Alabama. En su segundo curso, ya como senior, mejoró sus prestaciones y acabó siendo designado miembro del quinteto ideal de la conferencia All-Southland, además de ser el máximo anotador de dicha conferencia. Finalizó su carrera universitaria con promedios de 16,8 puntos y 8,4 rebotes por encuentro. Méritos que le fueron reconocidos veinte años después al ser incluido como miembro de honor de Salón de la Fama de esta universidad. En el verano de 1982 fue elegido en el draft de la NBA en la novena ronda por los Dallas Mavericks, pero nunca llegó a debutar en la mejor competición del mundo. Participó en los campamentos de verano con el equipo tejano, también con los Knicks de Nueva York y San Antonio Spurs, pero no pudo superar el corte definitivo. Por ello su siguiente pasó profesional fue firmar por el conjunto de los Albany Patroons de la CBA, competición que servía como vivero de la NBA en el caso que las diferentes franquicias tuvieran que recomponer sus plantillas, suplir bajas por lesiones o reforzar sus equipos. En tal caso echaban mano a los jugadores más destacados de esta “segunda” categoría del basket americano con contratos de corta duración. McPherson formó parte de este conjunto de reciente creación. De hecho, participó en el primer partido de la historia de los Patroons, que poco tardó en convertirse en uno de los equipos más destacados en la historia de la CBA y que tuvo como entrenador nada más y nada menos que a Phil Jackson. El afamado técnico originario de Montana dejaba su puesto de técnico asistente en los Nets de New Jersey para comenzar una nueva aventura como entrenador jefe en este equipo en la campaña 82/83, al que entrenó durante cuatro años y donde sumó su primer anillo como campeón previo a los que vinieron después en su exitosa carrera dirigiendo a Chicago Bulls y a Los Ángeles Lakers. Fue en 1985 cuando el ala pívot de Texas cruzó el Charco y se adentró en el baloncesto europeo a través de la liga alemana. Tres fueron los conjuntos germanos en los que militó McPherson: el Gottingen, el Bamberg y el Saturn Colonia. Con este último disputó además la Copa de Europa, competición en la que llegó hasta los cuartos de final midiéndose al F.C. Barcelona, al que superó en el choque disputado en Alemania. Fue aquella una temporada histórica en la que también el equipo de Colonia logró la Liga germana.

En el verano de 1988, con 29 años, McPherson fichó por el Baskonia para ocupar la segunda plaza de extranjero en el equipo de Manu Moreno. El club optaba en esta ocasión por un perfil de jugador totalmente distinto al que venía siendo habitual para completar una de las dos plazas de jugadores foráneos. El cuatro baskonista, de raza blanca y con un rango de tiro de media y larga distancia extraordinario, poco tenía que ver con sus predecesores en su misma posición. Jugadores todos más atléticos, con mayor corpulencia pero sobre todo más propensos a jugar cerca del aro. La primera campaña de McPherson en Vitoria fue la mejor sin lugar a dudas, con unos promedios de 23,4 puntos y 6,6 rebotes por partido. Logró además una de las mejores valoraciones de un jugador baskonista en una jornada liguera, la quinta de todos los tiempos. Ocurrió el 21 de diciembre de 1988 en la victoria en Mendizorroza ante el Forum Valladolid (110-102). Raphael anotó 7/12 en tiros de 2 puntos, 7/8 en triples y 8/8 en tiros libres, además de capturar 11 rebotes en los 40 minutos que permaneció sobre la cancha. Fruto de esos destacados números fue seleccionado para disputar el All Star de la Liga ACB de esa temporada.

En la campaña siguiente bajó su promedio anotador a los 19 puntos por partido y tuvo que alternar su posición natural de ala-pívot con la de alero tras la llegada de Ramón Rivas y compartir puesto en el perímetro azulgrana con Chicho Sibilio. Sin embargo, su rendimiento continuó siendo importante para el Taugrés. Su actuación ante el Pamesa Valencia en la jornada 36 fue determinante para certificar el pase a los play off anotando 25 puntos y capturando 8 rebotes para clasificar al Baskonia de nuevo entre los ocho mejores conjuntos de la Liga. Aquel equipo disputó, además, los cuartos de final de la Copa del Rey en la campaña 89/90 en Las Palmas ante el poderoso Real Madrid.

adiós vitoria, hola Murcia Finalizado su contrato el 30 de junio de 1990, al igual que Micheaux, el texano tampoco entró en los planes del nuevo ciclo azulgrana que comandó Herb Brown nada más aterrizar en Vitoria. Esta salida no motivó sin embargo su marcha de la Liga ACB, ya que firmó por el Juver de Murcia, un equipo que se estrenaba en la competición nacional y anhelaba contar con un jugador de total solvencia y veteranía que compensara la inmadurez de buena parte de una plantilla que venía de la Primera B y que no había jugado partido alguno en la competición profesional. Durante sus tres años en la capital murciana, McPherson continuó siendo un jugador muy importante manteniendo al conjunto pimentonero en la Liga. En su tercera temporada fue arrastrando unos problemas físicos en su espalda que no le permitieron iniciar la campaña hasta unos meses después. Finalizado ese ejercicio y ya en el ocaso de su carrera, regresó a Estados Unidos para enrolarse en un nuevo conjunto de la CBA, el Rochester, donde estuvo un año antes de poner fin a una trayectoria como jugador de nuevo en Europa, otra vez en la liga alemana, en el MTV Giessen, y por último en Austria en 1996, en Graz cuando su reloj biológico marcaba 38 años.

Ralph, que en su época vitoriana solía realizar de manera muy discreta el gesto de triple cada vez que anotaba -algo similar a lo que actualmente realiza otro exbaskonista como José Manuel Calderón en Nueva York- colgó definitivamente las botas en su casa de Arlington, pero continuó vinculado al deporte de la canasta entrenando al equipo del instituto en el que fue jugador. Casado y con dos hijos, Ralph McPherson ha desarrollado gran parte de su vida laboral como ejecutivo de ventas en empresas farmacéuticas y actualmente es representante comercial de una plataforma relacionada con el comercio on-line. Continúa teniendo muy presente la trayectoria de los equipos en los que militó, entre ellos, claro, el Baskonia.