Vitoria - Carecía de hueco para esta temporada en el Baskonia ante la extrema dificultad para encontrar acomodo a San Emeterio y la decidida apuesta por un francotirador como Davis Bertans con el fin de disparar la dinamita de un perímetro huérfano de puntos. Adam Hanga consensuó el pasado verano con el club una cesión para que pudiera volver a disputar los minutos imprescindibles de los que había adolecido en el Buesa Arena y recuperar así su esplendor alcanzado varios años atrás en el Nou Congost de Manresa.
Después de desestimar la posibilidad de continuar en la ACB, donde fue tentado sin éxito por numerosos equipos incapaces de asumir su elevada ficha, el lugar elegido para satisfacer dicho objetivo fue el Sidigas Avellino. Un proyecto de lo más interesante al tratarse de un conjunto que busca convertirse en una alternativa de poder en la Lega italiana al intratable Emporio Armani. Su técnico Francesco Vitucci le prometió un rol importante dentro de la plantilla y el húngaro no se lo pensó dos veces a la hora de hacer las maletas rumbo a una competición algo devaluada en los últimos tiempos pero que podía representar una oportunidad ideal para reivindicarse como baloncestista a sus 25 años.
Transcurridas las cinco primeras jornadas de la Serie A, el Avellino marcha en sexto lugar con tres victorias y dos derrotas. Uno de sus puntales sobre los que asienta su buen status está siendo el exterior propiedad del Laboral Kutxa, cuyos promedios ascienden a 11,2 puntos, 5 rebotes, 2,6 asistencias y 2,2 robos por encuentro. Más allá de la estadística, lo primordial es que Hanga vuelve a rubricar esas acciones repletas de explosividad que dejaron de ser familiares en Vitoria. En su último partido ante el Upea Capo d’Orlando, desplegó ese repertorio de robos, rebotes y mates que, entre otras cosas, motivaron su elección en el draft de 2011 por parte de los Spurs.
A tenor de su evoluciones sobre la cancha, el tres húngaro parece haber dejado atrás el calvario de lesiones y problemas que le martirizaron durante la última campaña en la capital alavesa. Poco después de concretarse su fichaje, se operó la rodilla izquierda y no pudo ponerse a disposición de Sergio Scariolo hasta el mes de diciembre.
Para un jugador como el magiar que basa su juego en la explosividad física y atlética, el hecho de no poder ponerse a tono en ningún momento del curso constituyó un inconveniente sideral. Su rendimiento resultó decepcionante en todas las facetas y el Baskonia decidió abrirle la puerta en forma de préstamo. Renunció a desprenderse de sus derechos porque existía un contrato en vigor hasta junio de 2017 y todavía confía en que pueda erigirse en un fuente de ingresos en el futuro. Todo hace indicar que Hanga, más si mantiene su nivel actual, integrará el próximo proyecto del Laboral Kutxa ocupando la vacante de San Emeterio.