Vitoria - La UCAM Murcia ha salido al rescate del deporte español. Con el programa ADO tocado y los patrocinios reducidos por culpa de los recortes económicos, muchos deportistas vieron comprometidos sus planes de futuro y su preparación para el próximo ciclo olímpico y los siguientes. La Universidad Católica San Antonio ha agarrado el toro por los cuernos y, de la mano del Comité Olímpico Español, ha decidido patrocinar o becar a quienes deben ganar las medallas en los Juegos de Río de 2016 y posteriores. Algo más que un mecenas, la institución murciana presume de ser "la universidad del deporte", no en vano una treintena de deportistas compiten bajo sus colores.

Algunos de ellos serán homenajeados hoy en el partido ante el Bilbao Basket. Porque la UCAM, además de mantener su actividad en las competiciones estrictamente universitarias, también es propietaria del principal club de baloncesto de la provincia, del UCAM Murcia de fútbol y el UCAM Cartagena de tenis de mesa y patrocina a otros quince equipos de la provincia de distintas modalidades. Mireia Belmonte, David Cal o Teresa Perales, medallistas en Londres 2012, son los rostros más conocidos de este proyecto pluridisciplinar y lo más reciente ha sido la creación del UCAM Tenis Murcia con Juan Carlos Ferrero como director deportivo y Nicolás Almagro como máximo representante.

La universidad murciana ofrece a sus estudiantes deportistas todo tipo de facilidades, les abre camino en su formación de cara a un futuro lejos de los estadios, les ofrece primas por resultados e, incluso, trabajo una vez retirados. La UCAM dispone de instalaciones y medios técnicos y humanos adecuados para el alto rendimiento y su oferta académica está plagada de materias relacionadas con el deporte de élite. Por ejemplo, el veterano Berni Rodríguez, que llegó el año pasado a Murcia tras muchos años en el Unicaja, ha podido completar un Máster en Gestión y Dirección de Entidades Deportivas. Quieren ver alguna semejanza entre este modelo, desde luego peculiar y alabado incluso por el Comité Olímpico Internacional, y el estadounidense, pero la UCAM, fundada en 1996 y de inspiración católica, es un oasis, una excepción dentro de un entramado universitario alejado del deporte profesional con el que muchas veces choca.

Ambición El UCAM Murcia que se encontrará hoy el Bilbao Basket es el principal brazo de la institución que, después de una temporada de colaboración entre ambas partes, se hizo en verano con la propiedad del Club Baloncesto Murcia que estaba en manos de la familia Carabante. José Luis Mendoza, fundador, factótum y presidente de la UCAM, se convirtió también en presidente del club de baloncesto con el propósito de "hacer un equipo potente y fuerte para competir con el tiempo con los mejores". Y, de forma más general, "favorecer el desarrollo de la persona a través de la práctica deportiva y de vincular los valores inherentes al deporte a los propios de la actividad educativa". Mendoza, padre de catorce hijos, se jacta de sus excelentes relaciones con el Vaticano, que no excluyen a los tres últimos Papas. "La UCAM está constituida como una fundación sin ánimo de lucro, por lo que no reparte beneficios. Estos van al deporte y a más de cuarenta organizaciones", dijo en una entrevista al diario As.

Quizás no sea casualidad que el UCAM Murcia apostase el inicio del curso por tres jugadores recién salidos de las universidades americanas. Scott Wood, de North Carolina State, fue una de las sorpresas del arranque de la temporada con sus diez puntos por partido y un 42% en triples, hasta tal punto que algunos entrenadores le consideran el mejor tirador puro de la Liga. Dwayne Davis, de Southern Mississippi y gran parecido con James Harden, aporta al conjunto de Óscar Quintana nueve puntos por noche en un rol menos específico. Y Ehimen Orupke, de Wichita State, supone el gran fracaso. El nigeriano de 2,13 metros, que llegó con cartel de gran reboteador y taponador desde un equipo que jugó la Final Four, apenas ha jugado -ha sido dado de alta para el partido de hoy por la ausencia de Kim Tillie- y no ha podido emular a su excompañero con los Shockers Joe Ragland. El base debutó como profesional en Murcia la pasada temporada y no llegó a acabarla ya que se incorporó mediada la misma al Cantú.

Al margen de los resultados, el nuevo UCAM Murcia ha buscado otro tipo de público, más joven y quizás menos exigente, entre los 15.800 alumnos de su campus de San Jerónimo. Entre ellos están algunos jugadores del equipo de baloncesto y muchos de los más recientes medallistas olímpicos y mundiales del deporte español. En tiempos de penurias, la UCAM ha apostado por el baloncesto y por el deporte. Quizás en Río de Janeiro se vean los frutos.