vitoria - Salvo la presencia a pie de pista del flamante fichaje del Baskonia, el exangelino Lamar Odom, la vida sigue igual en el Buesa Arena. Esto es, firmando una nueva derrota -la sexta consecutiva en Euroliga- y mostrando los mismos problemas de siempre: un equipo muy justo de argumentos, carente de efectivos entonados, falto de confianza y huérfano sobre todo de un faro que sea capaz de enderezar tan dramático rumbo. Esa suerte de mesías estaba ayer al otro lado del parqué, sentado junto a los lesionados Hamilton y Poeta, y completando el play book (libro de jugadas) que en la víspera le entregó Scariolo para memorizar los sistemas más habituales del equipo y que ayer completó con lo visto ante el poderoso F.C. Barcelona. Esos 208 centímetros de esperanza a los que se agarran ahora no sólo sus compañeros sino el baskonismo entero era Lamar Odom, que instantes antes del salto inicial recibió con modestia la ovación del público. Un hecho llamativo para un jugador hasta no hace mucho tiempo estratosférico que ha cambiado sin pestañear dos realidades tan distintas como la americana y la alavesa. Visto lo visto ayer, definitivamente el nuevo discípulo de Scariolo tiene mucho trabajo por delante. El margen de mejora es más que evidente y el partido ante Valladolid debería marcar un punto de inflexión en la historia reciente del club, sumido en una severa depresión que amaga con provocar otro terremoto similar al de la llegada del exjugador de Los Angeles Lakers, según desveló Josean Querejeta el martes cuando apeló a la enigmática "refundación" del club para elevarlo de nuevo a los altares del baloncesto europeo. De momento ayer, antes del partido, Lamar se puso manos a la obra con una suave sesión de tiro y estiramientos bajo la mirada del preparador físico, Oskar Bilbao. Asisitió después a la charla técnica y animó a todos sus compañeros. Siempre haciendo gala de una humildad impropia de un galáctico de su especie. Ya en la cancha ocupó asiento junto a los lesionados Hamilton y Poeta, viviendo con intensidad tanto su discreta presentación -no salió al centro de la cancha- como el devenir del partido. Por momentos dio la sensación de estar tan metido en el choque que algunos aficionados cercanos a él temieron que fuera a saltar a jugar. Tiempo habrá para ello.
Pablo Laso. El entrenador vitoriano del Real Madrid reveló ayer, en la previa del partido ante el Zalgiris, que no hubiese fichado a Odom para su club. "No me hubiera arriesgado a ficharle. Calidad tiene pero lleva mucho tiempo sin jugar", justificó.
De los 38 partidos oficiales que ha disputado el Laboral Kutxa en la presente campaña (19 de ACB, 17 de Euroliga, 1 de Copa y 1 de Supercopa), solo ha ganado 16. Nueve triunfos han sido en el torneo doméstico y siete fuera de las fronteras.