vitoria. En el arranque de la temporada, muy pocos -por no decir nadie- se habrían atrevido a pronosticar que horas antes de disputar la segunda jornada del Top 16 el Laboral Kutxa estaría más preocupado del compromiso liguero del inmediato fin de semana que de la competición continental. Sin embargo, la irregularidad mostrada por el combinado de Sergio Scariolo en el torneo doméstico ha provocado que esta sea la situación actual. Pese a que esta noche visita el Buesa Arena todo un histórico como el Panathinaikos y que la cita puede suponer la segunda victoria azulgrana en esta fase tras el exitoso estreno en Málaga, el duelo se encuentra casi en un segundo plano. El responsable de este postergamiento es el choque que, apenas treinta y seis horas más tarde, disputará el Baskonia en Illumbe ante el Gipuzkoa Basket. A falta únicamente de tres jornadas para la conclusión de la primera vuelta el equipo vitoriano no puede permitirse el más mínimo tropiezo si quiere estar en la Copa del Rey y el derbi contra los de Sito Alonso supondrá una nueva prueba de gran exigencia. Un duro examen ante un rival directo en el que sólo hay un resultado posible para poder continuar en la carrera hacia la meta de Málaga.

Sin embargo, antes de todo ello, se encuentra con un peligroso escollo en el camino al que resulta imposible rodear. Aunque en estos momentos sea mucho más trascendente para su futuro el encuentro de la ACB, el Baskonia debe rendir al máximo también en la Euroliga si no quiere encontrarse con una desagradable sorpresa que ponga en peligro el camino de la recuperación que parece haber emprendido en las últimas semanas.

Aún así, no resultará sencillo ni mucho menos el encuentro de esta noche. Más todavía teniendo en cuenta que los problemas físicos han vuelto a hacer acto de presencia en el cuadro azulgrana. Y es que Lamont Hamilton tiene muy complicado en estos momentos poder ser de la partida ante el combinado griego e incluso el domingo en Illumbe. El jugador americano arrastra desde hace unos días un fuerte golpe que le ha provocado un traumatismo agudo en el talón de su pierna izquierda del que no ha conseguido recuperarse. De hecho, DNA fue testigo en la mañana de ayer de cómo abandonaba el Buesa Arena cojeando ostensiblemente y apoyado en una muleta.

Precisamente estos contratiempos físicos centraron buena parte del discurso de Sergio Scariolo. Al margen de esta cuestión, el técnico -que confirmó que su compatriota Poeta debutará hoy como baskonista- abogó por "no tener esos momentos de lapsus que alguna vez nos ha costado un partido. Dos, tres minutos de juego, un final de partido, momentos puntuales de despiste o de inmadurez?hay que parar eso. Queremos cometer menos errores. Contra Panathinaikos, como contra otro equipo de los grandes, tenemos que hacer un gran esfuerzo por competir contra ellos. Con humildad y conciencia de intentar trabajar lo mejor posible".