Vitoria. Un triunfo sufrido, necesario y que tiene que servir como punto de partida para que el Laboral Kutxa retome la línea de buenos resultados y juego que hace no tanto tiempo exhibía. Así lo espera un Sergio Scariolo que vio ajustado el nudo de la corbata hasta el último segundo, pero que al final pudo volver a celebrar una victoria de su equipo que se mantiene así con opciones de clasificarse para la Copa del Rey.
"Se ha roto la racha negativa y esperemos que esta victoria nos aporte moral de cara al futuro. Ha habido sufrimiento, pero ha sido un partido muy bonito, con grandes protagonistas y un ambiente excepcional que te hace entender que Barcelona y Unicaja hayan perdido en esta cancha de paliza", señaló.
Scariolo, en esta ocasión, vio "momentos buenos de defensa" a pesar de tener enfrente a un Corbacho que, a su juicio, tuvo "una noche increíble con muchas canastas indefendibles". Eso sí, una vez más recalcó las carencias de su equipo de las que lleva hablando desde el arranque del curso: "Tenemos unas limitaciones claras y evidentes. No es un problema de actitud, es una cuestión de cualidades técnicas y mentales. Cada botella da el vino que tiene".
Acerca de la marcha de Milko Bjelica, el técnico transalpino se mostró especialmente agradecido por el esfuerzo del montenegrino y su aportación a lo largo de los dos últimos meses. "Estamos apenados porque ha sido decisivo hasta el último partido", sentenció Scariolo.