vitoria. Ningún jugador, miembro del cuerpo técnico ni aficionado puso ayer el más mínimo reparo al correctivo que el Baskonia recibió en Belgrado. Lastrados durante todo el encuentro por un primer cuarto demencial (25-6) -probablemente el peor de la temporada- e incapaces de entrar nunca en dinámica de partido, la fotografía final arojó un viaje al pasado más reciente para descubrir de nuevo al peor equipo de la temporada. El mismo que en los inicios adolecía de ritmo, conexión y alma. Y ayer fue ese espectro el que deambuló por el parqué del Belgrado Arena, una sombra que el propio Sergio Scariolo ya intuía en los prolegómenos. "Hasta cierto punto no me ha sorprendido la entrada del equipo. Venía de hacer un esfuezo muy grande en los últimos tiempos donde sabía que contaba con mucha menos fuerza que el resto de equipos, así que un punto de relajación y cansancio mental ya lo había detectado, pero siempre esperas que tu orgullo y ambición te consiga hacer compensar algo de esto", valoró el entrenador italiano en declaraciones a Radio Vitoria.

Incapaces de remontar un parcial de 25-6 en los primeros diez minutos, tampoco Scariolo puso paños calientes a una envenenada renta que finalmente matizó el resto del partido. "El primer cuarto ha sido nefasto. Después hemos recuperado jugando bien y defendiendo mejor, pero en el tercer y último periodos hemos vuelto a cometer los mimos erorres, hemos perdido concentración y ha llegado el cansancio", insistió el de Brescia.

Al contrario que en otras derrotas más recientes, la actitud mostrada por Scariolo fue esta vez distinta. Asumió como "doloroso" el KO en el imponente Belgrado Arena -ayer, por cierto, con menos de la mitad del público presente-, pero lo revistió a continuación de un manto de optismo al añadir que se trata de "una buena experiencia" de la que su equipo deberá aprender en el futuro. Otra lección para su cuaderno de bitácora, que aún tiene la tinta fresca del último partido liguero ante el Valencia en el Buesa, donde un pizarrazo de Perasovic a falta de dos segundos privó al Baskonia de la victoria.

cura de humildad Además de quedarse grogui el equipo tras ese demencial primer cuarto, la escuadra vitoriana añadió a su mala actuación un rosario de errores que el propio Scariolo enumeró sin miramientos. "Hemos tenido una defensa blanda, hemos perdido el control del rebote y en ataque hemos vuelto a perder también muchos balones por querer hacer cosas que no podemos ante un conjunto tan grande", reflexionó.

Con todo y con el liderato del grupo D esfumado de las manos - "era un sueño que quizá no he sabido cultivar de forma adecuada entre mis jugadores", reconoció-, sólo cabe reincorporarse y mirar hacia adelante. Sobre todo después de haber reincorporado a varios jugadores, "algo que ha provocado un terremoto y que nos va a afectar hasta volver a reconstruir la estructura de equipo", aseveró el técnico, para quien recuperar la perspectiva real de quién es el Baskonia es algo básico para competir a alto nivel. "Tenemos que volver a la humildad y cohesión de antes", advirtió antes de lazar un mensaje a su plantel. "La competencia se afronta no deprimiéndose sino compitiendo con el compañero que me ha quitado el puesto para hacerle sombra. No somos un equipo que pude pensar en ganar partidos de peso si no está al 100%. Que nos quede claro".